Médicos caperuzos del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar realizaron una cirugía inédita en Sudamérica: operaron el riñón de un feto de sólo 7meses pero dentro del útero de su mamá.
Hace algunas semanas Natalia Olmos (23) se realizó una rutinaria ecografía en Limache.
Al toque quedó en evidencia que algo ocurría con el bebé de 7 meses de gestación. El feto estaba expulsando la orina que sus dos riñoncitos producían.
Fue así como Natalia llegó al hospital viñamarino. Los doctores, luego de realizarle un par de exámenes, se dieron cuenta que el peque sufría una malformación congénita, que ocurre en una de cada 600 mujeres embarazadas en el mundo.
Los médicos buscaron en los registros y se dieron cuenta que el último caso ocurrió en Francia en 1986 y resultó ser una operación en extremo arriesgada.
Lamentablemente, la compleja cirugía era la única forma de prevenir la pérdida irreversible de las funciones renales, que terminaría condenando al bebé a diálisis. "Para mí era un embarazo normal, me controlaba y todo iba bien. En una de las últimas ecografías en Limache, se dieron cuenta del problema, nos preocupamos un poco", recuerda.
El pasado 23 de octubre, Natalia un tanto nerviosa llegó al centro de salud de la Ciudad Jardín. Conocía los riesgos, pero sabía que no había nada más que hacer.
"Al principio no me percaté del riesgo de la operación. Cuando me punzaron la espalda sentí miedo. El proceso fue difícil, pero tenía que hacerlo por mi bebé, no quedaba de otra".
La operación no duró más de 45 minutos.
El cirujano a cargo del procedimiento, doc Gabriel Anwandter, narró a La Cuarta el proceso de la intervención.
"Con una inyección intramuscular en el muslo del feto, se seda, para que se quede tranquilo y no se mueva. El riñón no tenia posibilidad que la orina fluyera en condiciones normales, estaba acumulando la orina que producía y clavamos con una aguja a la espalda del bebé y llegamos al riñón. Instalamos una manguera de goma en el interior del riñón y la hicimos salir a través de los músculos y la piel de la espalda del bebé".
AYUDA
El doctor Anwandter explicó que lo más complejo de la operación era la posición del bebé.
"Es bien importante para que nos ayude, afortunadamente fue así. Los riesgos relacionados con este tipo de intervención es sobre todo el sangrado, porque es una aguja relativamente gruesa que tiene que penetrar el útero, por lo tanto hay riesgo de desencadenar el parto y que sea un parto prematuro, pueden romperse las membranas y hay riesgos atribuibles al cuerpo del bebé, a las costillas, columnas o músculos de la espalda del bebé", señaló el facultativo.
En el hospital Gustavo Fricke están todos chochos. Y no es para menos, la intervención quirúrgica fue un gran paso en la medicina fetal chilena, debido a que es la primera realizada en Sudamérica.
MAMI
La primeriza madre está tranquila. Confiesa que no tuvo malestares en su embarazo. Ahora sólo espera tener pronto en brazos a su pequeño Martín.
"Tras la operación sentí molestias como en el estómago, cuando me movía, pero después todo pasó. Gracias al doctor, todo salió bien, ahora estamos ansiosos nomás que llegue la fecha del parto", dice.