El origen del siniestro es desconocido. Sólo se sabe que surgió en el tercer y cuarto piso, hoy destinados a oficina, cuando aún no llegaba nadie a trabajar.
Los pasillos del que fue el hogar de María Pilar Pérez, más conocida como "La Quintrala", tienen miles de historia que contar y, según los cuentos populares que han surgido en torno a la vivienda ubicada en Seminario 95, es un lugar que guarda almas errantes.
Al medio día de ayer un violento incendio se desató en el tercer y cuarto piso de la vivienda, la única que no pudo ser rematada junto con las otras tres, en mayo del 2012 cuando la justicia la condenó a presidio perpetuo calificado por el homicidio de tres personas y a indemnizar a sus familias.
Actualmente, aunque nadie lo tiene muy claro, en la ex casa de "La Quintrala" se concentran oficinas (3er y 4to piso), un hogar particular en el 2do nivel y una cafetería en el primero. El incendio solo afectó a los dos pisos superiores. Al respecto, Ramón Cubillos, dueño del cafetería Santa Filomena, asegura que es arrendatario del lugar hace 4 años. "Arrendé este local por casualidad, nunca supe la historia que había detrás".
Las llamas fueron sofocadas alrededor de las 13.00 horas y no hubo heridos. Sin embargo, el siniestro llamó la atención, porque trajo al presente la escalofriante historia detrás de María del Pilar Pérez.
La macabra historia
Los hechos se remontan a la década pasada, cuando la arquitecta contrató al sicario José Ruz Rodríguez para dañar "lo más posible" a su madre y a toda su familia por una serie de conflictos y disputas económicas.
La investigación indica que el 4 de noviembre de 2008, el sicario iba a concretar el pedido cuando se encontró con Diego Schmidt-Hebbel, el cual se resistió al cometido y fue asesinado con un disparo y posterior puñalada.
Al principio se pensó que se trataba de un robo con final fatal. Tres días después la policía concurrió al hogar de "La Quintrala" para detenerla tras la confesión de Ruz, quien señaló que cumplía órdenes de María del Pilar. Según datos de la época, la pillaron inconsciente luego de haber tratado de suicidarse con pastillas.
Pero el tema no terminó ahí, porque las indagatorias arrojaron, además, que la mujer mandó a asesinar a su ex esposo, Francisco Zamorano, y su pareja, Héctor Arévalo, cuando se enteró que ambos tenían una relación homosexual.
Finalmente, la arquitecta fue condenada a presidio perpetuo calificado por tres homicidios, el 26 de febrero del 2011.
Después de este episodio nadie quiso comprar la casa de "La Quintrala". Los vecinos cuentan que se debe a que el lugar tenía malas vibras y que se escuchaban ruidos y que hasta 2012 estuvo abandonada y sólo algunos indigentes se atrevieron a habitarla.
Bomberos acudió al lugar tras el llamado de los vecinos
Luego que las llamas fueran controladas, Ivo Zurich, tercer comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, aseguró que "el tercer piso fue totalmente comprometido porque el interior era de madera. El edificio está hecho de concreto por lo que se descarta el peligro de derrumbe de la estructura".
Al lugar acudieron 9 compañías de bomberos, donde 45 voluntarios ayudaron a extinguir las llamas.
Acerca del origen de este incidente, Zurich aseguró que "el municipio de Providencia realizará las investigaciones correspondientes, hasta el momento nada se sabe".
La casa tiene una gran carga
Hugo Zepeda, teólogo y vecino del sector en el que se encuentra esta casa, dijo respecto del incendio que "estas cosas suelen pasar(..) Cuando suceden cosas tan graves como en este caso, las energías se cargan y, finalmente, se terminan pagando". El profesor universitario tuvo la oportunidad de recorrer el hogar hace un par de años.
"Apenas entré dije que no podía seguir más. Le dije a la producción que por favor no siguiéramos, porque las energías estaban cargadísimas".
El ex sacerdote explicó que existen algunas malas vibras que se traducen en incendios y "una vez que sepamos cuál fue el origen de este hecho podremos ahondar más, pero cuando las energías están cargadas, como en este caso, existe la posibilidad de que se traduzcan en llamas".
Luis Dimas fue arrendatario de la arquitecta
Pese a todo lo sucedido, Luis Dimas guarda los mejores recuerdos de su época como arrendatario de María del Pilar. La describe como "una mujer inteligente, rubia y bien flaquita". Cuenta haber compartido en muchas ocasiones con la doña, incluso llegaron a tener una especie de amistad.
El cantante se encontraba buscando arriendo tras su llegada de Canadá a Chile, en los '80. En una de esas largas caminatas apareció una joven rubia que le preguntó: "¿En que anda don Luis? y acto seguido le ofreció arrendarle un departamento al frente de su propiedad (Seminario 96). Posteriormente, Luis Dimas, se marchó por las severas acusaciones en contra de la dueña.