El canciller chileno Mariano Fernández confirmó ayer que recibió el informe del gobierno perucho sobre el supuesto espionaje militar a ese país, y aclaró que no tiene 2 mil páginas, sino que apenas 150 hojas, menos que el libro de Carlita Ochoa y El Gato con Botas.
"Vamos a leer la nota y, de acuerdo con lo que nosotros veamos en ella, vamos a responder en el momento oportuno", dijo a La Cuarta el ministro de Relaciones Exteriores.
Fernández señaló con voz firme que el Gobierno no está para escuchar cahuines y agregó que "no tiene inconvenientes en responder consultas cuando se nos hacen a través de los mecanismos diplomáticos que corresponden".
Al término de un seminario internacional en el Edificio Carrera, el canciller dijo que apenas tenga un tiempo le echará una ojeada al documento que un junior peruano le entregó en Lima al encargado de negocios de la embajada chilena, Andrés Barbé.
CALMA Y TIZA
"Hoy día (ayer) hemos recibido el material y yo ni siquiera lo he visto, así que no estoy en condiciones de dar ninguna respuesta", indicó Fernández.
En cuanto a las amenazas de legisladores peruanos de suspender el Tratado de Libre Comercio con Chile, advirtió que los únicos perjudicados serían los cholos.
"Perú vende más en Chile que lo que Chile vende en el Perú. Es una decisión que les corresponderá tomar a los peruanos con las consecuencias económicas para ellos", dijo el secretario de Estado.
Al respecto, el presidente del Consejo de Ministros perucho, Javier Velásquez, pidió mesura en el trato con Chile.
El ministro descharchetó así pedidos de algunos sectores para que se tomen acciones contra firmas chilenas que operan en Perú.
Velásquez afirmó que el gobierno evitará "cualquier precipitación" que agrave el problema.
Carlos Godoy S.