Las sopaipillas solas o con mostaza son quizás una de las mejores creaciones que existen en el planeta. Pero tanta fritanga puede causar estragos hasta en los más guatas de comando.
Para evitar futuros problemas, tipo colesterol alto, obesidad o enfermedades cardiacas, un grupo de hambrientos ingenieros del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica, liderados por Franco Pedreschi, dio con los ingredientes necesarios pa’ hacer la sopaipa más sana.
“Hicimos este estudio porque es un alimento típico que consumen los chilenos. No queremos satanizar todo, que al final no se pueda comer nada”, soltó de entradita el académico a La Cuarta.
RECETA
Para lograr que este producto sea casi tan sano como una lechuga, los ingenieros realizaron un lote de experimentos con sacrificados voluntarios que se zampaban grandes dosis de sopaipillas.
“Teníamos que lograr que la receta fuera aceptable para el consumidor. La gente que participó nos decía qué les parecía bien o no. Obviamente, la fórmula que quedó fue la que más gustó”, afirmó.
Además, las investigaciones permitieron identificar y medir algunas de las sustancias tóxicas que generan las altas temperaturas de procesamiento en los alimentos típicos del país
Según reveló Pedreschi “las sopaipillas tienen, aproximadamente, un 23% de aceite. Entonces, la gente tiene que saber que no se pueden comer todos los días. Además, es importante que las personas que las hagan tengan cuidado con el tipo de aceite que se usa”.
CARRITOS
Según contó el investigador, tras realizar el estudio, el mayor consumo de sopaipillas por parte de los compatriotas se produce en los carritos que venden en las calles. “La idea es que éstas se elaboran para consumir en locales y carritos en la vía pública, reduzcan el contenido de acrilamida sin alterar la calidad final del producto, a través de las condiciones ideales de preparación que sugieren las pruebas en laboratorio”, concluyó.
