En medio de una charla con Tu Día, la mujer reconoció ser la protagonista de una imagen que se hizo viral hace cuatro años.
“Como clase media no tenemos ninguna ayuda, a no ser que tengas alguna pyme o estar rebuscando que alguien te ayude, pero nosotros no tocamos nada. Tenemos un solo sueldo, vivimos más de cinco personas en una casa, entonces es un gran gasto”.
Con este testimonio, una mujer que se acercó a un despacho de Tu Día dio cuenta de la difícil situación familiar que enfrenta en medio de la pandemia.
Eso sí, aclaró que “yo no estoy abandonada, estoy casada, tengo dos hijos, vivo con mi familia y aparte tengo a mi madre. Yo fui carabinera, entonces yo tengo mi jubilación gracias a Dios, entonces me ayudo. Pero como fui carabinero, a los carabineros tampoco los están ayudando. Yo tengo jubilación, pero tengo que ver a mi madre y llevo dos casas. Mi esposo trabaja, pero es de la clase media”.
“Yo vivo en Cerrillos y puse a mis hijos en un colegio de Quinta Normal para estar con mi madre. Entonces imagínense el gasto del vehículo para ver a mi madre, que vive sola”, añadió la mujer.
En el matinal de Canal 13, la ex uniformada contó que “yo fui de Fuerzas Especiales. Es injusto, porque uno da mucho para el país. Hay gente que viene de otros países a ver a Carabineros, pero a nosotros nos castigan. Uno dio tantas cosas por el país y no puedo hacer nada, poh. No puedo hacer nada, es injusto”.
Carabinera que fue abrazada
Fue en este contexto que la periodista Mirna Schindler dijo haberla reconocido. Luego de preguntarle cuál era su apellido, la sospecha se confirmó: se trataba de la ex sargento segundo Alejandra Espinoza, quien se desempeñaba en la 28 Comisaría de Fuerzas Especiales y que se hizo conocida por recibir un abrazo en medio de una marcha feminista, en mayo de 2018.
Consultada sobre su decisión de dejar la institución policial, la entrevistada detalló que “me retiré a los 20 años de servicio. Fue un dolor muy grande entregar la placa, el uniforme, el sueño, porque yo ingresé a otra cosa. Entonces, estar luchando con los mismos chilenos, con las mismas mamás, con los mismos jóvenes que necesitan lo mismo que mis hijos, porque nosotros no somos de otro planeta, y así también velar por mi familia... Yo lo hecho mucho de menos, pero tuve que elegir a mi familia”.
“Uno quiere estar con sus hijos y verlos crecer. A mí me duele mucho, yo veo a mis compañeros y duele mucho que los golpeen”, concluyó.