Funcionarios del OS-7 detuvieron a un sujeto por intentar meter una marraqueta voladora en la cárcel femenina de Los Ángeles. El maestro sanguchero, identificado como Alejandro Chandía, pretendía innovar el mercado gourmet con su "pan a la Mary Jane".
Pero en su apuro por dar a conocer su invento a las internas, labró su perdición. Esto, porque los agentes de la ley cacharon de una el particular buqué de su creación. La marraqueta recién salida del horno tiene un olor inconfundible, que poco coincide con el del pastito que da risa.
Al revisar el pancito, los funcionarios se llevaron la sorpresa de que Obreque le había quitado la miga a la marraqueta. Pero no porque le preocupara que las chiquillas engordaran con su preparación. Sino que usó el espacio para meter ocho envoltorios de aluminio.
Se podría creer que el profesional del mastique lo hizo para que el relleno llegara en buenas condiciones. Y así fue, sólo que la marihuana en su interior estaba lejos de ser usada como condimento.
El "master chef" fue detenido y quedó a disposición a la justicia por infracción a la Ley 20.000.