La crisis y reestructuración de la Iglesia Chilena, debido a los casos de abuso sexual, sigue en marcha y a los tres obispos que dejaron su cargo hace dos semanas se le sumaron dos más: se trata de Alejandro Goic, de Rancagua, y de Horacio Valenzuela, de la diócesis de Talca, a quienes el Papa Francisco les aceptó la renuncia.
La caída del primero se debió a un empujón que le propinó el mediático reportero Emilio Sutherland, porque Tele 13 emitió un reportaje en donde quedaba en evidencia la desidia del cura por investigar las denuncias de abusos en contra de varios sacerdotes bajo su mando.
Ahí el periodista denunció el caso del párroco de Paredones, Luis Rubio, a quien se acusa de abusar sexualmente de menores de edad con el antecedente de una grabación que mandó desnudo pensando que se la enviaba a un adolescente de 16 años.
Entonces, Goic le explicó a Sutherland que las denuncias no habían sido realizadas con la formalidad necesaria, y que su rol no era el de un investigador. Pero eso no le pareció a la Fiscalía de Rancagua que tomó el caso, y menos al Vaticano, que aceptó la renuncia que el obispo de 78 años presentó junto a sus pares cuando se reunieron con el papa Francisco.
Investigación
Elisa Fernández fue coordinadora de la pastoral juvenil de Rancagua, denunció los abusos de algunos sacerdotes ante Goic y declaró en el reportaje de Sutherland.
Sobre la determinación del Papa, la mujer nos dijo que le parecía "pésima, es totalmente lo contrario de lo que yo había solicitado al Vaticano, que era que él se mantuviera como obispo de la diócesis y se iniciara una investigación externa teniéndolo a él como encubridor".
"No está la certeza canónicamente de que se lo investigue, pero en lo que es Fiscalía se sigue la investigación. Lo que pasa es que Alejandro Goic queda librado de sus funciones, pasa a ser obispo emérito y es libre de hacer lo que quiera de acá en adelante. Se lo alejó para que no se siguiera dañando su imagen", dijo Elisa.
Amargura
Ayer Goic leyó un comunicado en donde manifestó que "yo me pregunto cada día si pese a las denuncias que dieron origen a los procesos canónicos que terminaron en duras sanciones en contra de los responsables, y en mi condición de testigo de estos tristes acontecimientos que tienen en crisis a la Iglesia, si pude hacer más, si debí hacer más, qué me faltó para entregarme mejor al servicio de todos estos hermanos víctimas sufrientes en todos los períodos de nuestra historia".
"Ustedes saben que he procurado siempre dar testimonio de aquello que expresa mi lema episcopal: Cristo es mi vida. Por eso es que las dolorosas circunstancias que vive la iglesia diocesana, le imprime un sabor amargo a este momento. Un momento que siempre había esperado poder asumir con la humildad de quien se va a colaborar desde un servicio sencillo mientras la salud lo permita".
Colaboración
Por mientras el cargo que ocupaba Goic lo asumió quien era obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, que fue nombrado como administrador apostólico de la diócesis de Rancagua.
"No puedo negar que la iglesia de Rancagua ha estado atravesando momentos difíciles... Yo quiero ponerme al servicio de la verdad, tanto por el cause canónico como por el cause del estado de Chile. Si la Fiscalía requiere colaboración, estamos dispuestos a ayudar... tengo que interiorizarme, no sé bien en qué están los procesos", dijo.