Iván Núñez no alcanzó a hablar ni medio segundo sobre el re debut de su programa El Termómetro, cuando Rafael Araneda desvió un contacto que tenían en El Matinal de Chilevisión -con el ex amigo de Rafael Garay- hacia el negocio que tiene al economista fuera de Chile.
Y no daba para menos. El Rafa le dijo que era inevitable consultarle y Núñez, complicado, pero profesional, así lo entendió y comenzó a hablar de su amistad con el esquivo individuo y sobre el modelo de negocios de este último.
La amistad
Núñez soltó que todo partió hace algunos años cuando el economista comenzó a ir de panelista a su programa de Radio Futuro. "Él era uno de los panelistas que teníamos permanentemente. Al igual que muchos medios de comunicación, para hablar de economía, para enseñarle a la gente a invertir, criticaba mucho el modelo neoliberal. Era una fuente validad por todo el mundo. Recordemos que Rafael Garay era fuente desde el Diario Financiero para abajo. Pasando por toda la escala temática de diarios dedicados a la economía. Era vicerector de una universidad, presidente del directorio de otras empresas, en fin. Tenía una cierta validación. No era un economía aparecido de la nada que nosotros estuviéramos levantando".
Después del programa, siempre se quedaban conversando de varios temas y fueron las artes marciales el punto en común. Núñez había dejado de practicar una y Garay lo invitó a practicar el kudo. Eso duró un par de años y entre conversa y conversa fueron hablando de temas personales que los terminó haciendo muy cercanos.
El negocio
Un día, Garay le comentó que "tiene un fondo de inversiones -palabras de él- al alero de la Superintendencia, con un contrato que estaba inscrito en la Cámara de Comercio. En esa oportunidad el árbitro arbitrador era Mario Schilling, que venía recién saliendo de la Fiscalía Nacional. Es decir, tenías pocas oportunidades de pensar que ahí había alguna estafa o algo del estilo. Además, para descartar a aquellos que creen que esto es como Chang, que tú tienes que traer clientes. Para nada. Aquí tú entregas tu plata y te da una rentabilidad que si bien es más alta que la que te da la banca, tampoco es algo exorbitante. Estamos hablando de 0.8, 1% mensual. La banca te entrega 0.4, 0.5 si negocias bien. No era una cosa que te transformara 10 lucas en millones de pesos. Eso no es así".
El periodista agrega que el fondo sólo podía tener 50 personas en el asunto y que en ese entonces había 47. Muchos de ellos eran empresarios, los cuales no quiso identificar.
El conductor de El Termómetro soltó que había pago de impuesto, lo que estaba en el contrato con el fondo y que se le cobraba parte de las ganancias. Además, se mostró muy arrepentido de haberle contado a su señora sobre el negocio y haberla invitado.
Se rompe la confianza
El periodista comentó al panel que Garay había estado decenas de veces en su casa. Que lo que más le dolía es que sintió como si "finalmente tienes en frente a una persona que jamás conociste y que esa persona que jamás conociste estuvo en tu círculo más íntimo".