La rivalidad entre Chile y Perú no es guinda de ninguna torta, pero en tiempos como los actuales, - de buena onda y ayuda solidaria, se supone-, jamás hubiese pasado por nuestras santas cabezas que aún coexistan los coletazos de la Guerra del Pacífico en uno de los barrios más afectados por el guaracazo de la madre natura: El Barrio Yungay.
Allí conviven ambas culturas que coinciden sólo en un improvisado hogar: La carpa. A cholitos y chilenitos los divide maliciosamente la calle "Libertad" y, como ellos mismos cuentan, han dividido sus carpas, instintivamente, dando razones para pensar que ni en tiempos de crisis se logra mezclar, el vinagre con el aceite.
Jenny Yaera (27) es una simpática y muy habladora peruanita nacida en Piura, una pequeña localidad del noreste del Perú. Con el terremoto, su humilde pieza se vino abajo y ha tenido que dormir en una carpa junto a un pequeño hijo de 1 año y 8 meses, llamado Dani. La Yenny nos suelta que los chilenos se han portado muy bien con ella. Sin embargo, cuando le preguntamos quiénes le han ayudado, sólo nombra a la embajada del Perú.
Cruzando la calle, está Zulema Puebla (42), quien no se declara fans de los hermanitos peruanos. "Esta separación que tú ves acá no la pensamos, pero se dio. Salió natural y no es que no nos llevemos, pero es para evitar roces, porque lamentablemente somos diferentes culturas que no reaccionamos igual a una tragedia, eso es todo", suelta la Zule, bien chora.
Los peruanos se alejaron, sin pensarlo, para evitar problemas y algunos compatriotas no pescan la mala onda y derechamente se fueron al bando peruano. "Estamos todos bajo la misma lucha, no importando de dónde vengamos", suelta uno de ellos. Bajo toda esta división, ambos bandos han pasado más de 10 días en carpa desde que tiritó el suelo y no se dan ni cuenta, pero piden casi lo mismo: Mediaguas para empezar la reconstrucción.