El ministro de Salud, Jaime Mañalich se choreó en mala con los legisladores que decidieron sacar el timerosal de las vacunas y anunció que se evalúa un veto para revertir la medida.
El timerosal es un compuesto que se usa en algunas vacunas como conservante y para evitar infecciones. La pelotera se armó porque grupos antivacunas aseguran que puede causar autismo.
Sin embargo, toda la evidencia mundial descarta esta situación e incluso muestra que el autismo ha seguido creciendo en diversos países donde ya se sacó el timerosal de las vacunas. Esa onda.
La medida, impulsada por la diputada Cristina Girardi, obligaría a eliminar la vacuna pentavalente que protege contra difteria, tétanos, tos convulsiva, hepatitis B y Haemophilus influenzae B y reemplazarla por una que, además de esas 5 incluiría la poliomelitis.
El tema se puso al rojo ayer, luego que Mañalich dijera que con esta medida se favorecerá a un laboratorio que produce la vacuna contra 6 enfermedades, el que se embuchará 20 palos verdes. Y de paso, no descartó un lobby a nivel político. Pero lo peor fue que dijo que existe evidencia que mostraría que esta nueva vacuna ha causado 36 muertes entre 2009 y 2011. Según Mañalich, esperará que la presidenta electa Michelle Bachelet nombre a su sucesor para ver cómo se ve el tema del veto.
Ayer, un grupo de expertos publicó una inserción en La Segunda ratificando los dichos de Mañalich. Dijeron que la medida es "un error". "Se ha tomado una decisión en contra de toda la evidencia científica y las recomendaciones hechas por todos los organismos de salud y medioambientales del mundo".
