Con 26 años recién cumplidos, Nicolás Zepeda Contreras vive su retorno a Chile bien oculto, bajo el alero a su padre, tras ser buscado por la policía francesa por la desaparición de su ex polola japonesa.
Al estudiante de ingeniería comercial de la U. de Chile lo apuntan como principal sospechoso del presunto crimen de la chica nipona, Narumi Kurosaki.
Si bien el cabro no ha abierto el tarro pa' defenderse públicamente, el canal japo TV Asahi filtró una supuesta conversación de Guasap entre Nicolás Zepeda y un amigo, a quien le negaría su participación en la desaparición de la chiquilla. "No he hecho nada malo, así que es meramente mediático", dijo en la conversa.
Respecto a la desaparición de su ex, señaló tener "ideas sobre de lo que podría haber ocurrido". No obstante, "ellos (la prensa) quieren que yo me refiera públicamente, pero lo haré sólo con la Interpol", agregó.
En relación a la situación de la estudiante asiática, en el chat Zepeda habría señalado que "esta no es la primera vez que desaparece. Europa es grande y nadie te pide el pasaporte cuando se pasa de un país a otro. Tenía efectivo. Tiene tres becas universitarias", cerró.
DECLARÓ A INTERPOL
El 15 de diciembre -tres días después de su arribo al país- la Interpol decretó la alerta roja y la PDI saltó al toque para dar con su paradero y tomarle declaración respecto a la desaparición de su ex polola. Esto ocurrió entre Navidad y Año Nuevo.
Días después, la prensa nipona llegó en masa al terruño y los equipos se dividieron entre Santiago y La Serena. La idea era dar con su paradero y conocer qué pasó la noche del 4 de diciembre, día en que Narumi fue vista por última vez con vida.
Del paradero del cabro se sabe poco. Hace dos semanas abandonó el depa de su taita, en Las Condes, y se habría echado el pollo a La Serena, donde vive su madre. Claro que por estos días, el estudiante se encontraría en Viña del Mar.