Como Inglaterra se quedó afuera de la Eurocopa, los periodistas que farandulean las pelotas este año se vieron obligados a buscar una sucesora a Victoria Beckham en la dura de pega de ser la esposa más rica de un futbolista.
Y candidatas hubo varias. Como la checa Noemie Lenoir, que le cuida los guantes a Gianluigi Buffon, o Ilary Blasi, tonta no menos güena que manduquea a Totti. Pero diosa hay una sola y esta vez se adueñó del trono Noemie Lenoir, la morenaza que le encantó la serpiente al chocolatín galo Claude Makelele.
En todo caso no había por dónde perderse. Es que la pantera rostro de L'Oréal tiene un forro infartante y por algo hoy es la top model franchuta.