¿Qué hace el jefe después de su horario de trabajo? ¿Con quién pololea? ¿A qué lugares va? ¿Qué fotos tomó en sus vacaciones? Son muchas interrogantes que se pueden resolver sólo con un clic.
Basta agregarlo a los amigotes de Facebook para conocer la vida privada del hombre que durante el día chicotea los caracoles.
Copuchenteando en la buena onda se puede conocer su pasado, sus gustos, su familia, su casa, su piscina y hasta sus amigos.
Pero, ¿a él le gustará que sus subordinados lo vean con zunga, que sepan que también es bueno pa’ tomar y que a veces amanece con la terrible caña?
Según un estudio hecho por la empresa Robert Half, el 64% de los jefecitos chilenos se sienten un poco incómodos teniendo a sus trabajadores en Facebook.
Y no es para menos. Es difícil mantener una relación vertical y de respeto, sin que algunos se suban por el chorro. Por eso hay capos que optan por rechazar las solicitudes de amistades para mantener la distancia.
El recordado señor Retamales de la serie "Los Venegas" -interpretado por el actor Fernando Farías-, dice que está favor de que el mandamás agregue a sus empleados a Facebook, pero estos últimos no deben ser chupamedias y ponerle "me gusta" a todo lo que haga o escriba el jefazo.
“El patrón necesita saber que los bueyes están arando. Por eso es bueno tenerlos en la mira siempre, para recordarles que los estás vigilando, que conoces todos los pasos que dan. Así sacan menos la vuelta”.
El diario pop fue detrás del máximo jefecito, ito, ito. Quién otro que el señor Zañartu del Jappening -Eduardo Ravani- quien soltó que jamás había escuchado hablar de esa red social y se manejaba sólo con fax y teletipo. "No conozco Facebook", aseguró.
Para Karina Pérez, directora de Operaciones de Robert Half, se puede compartir virtualmente, siempre y cuando la persona sea cuidadosa y tenga bien resguardada su privacidad.
Viendo el otro lado de la vereda, la encuesta reveló que el 43% de los suches afirman sentirse muy cómodos siendo amigos de su jefe en Facebook.
Esto puede jugar en contra de aquellas personas que son espontáneas y usan este medio para alegar o para pelar su trabajo.
Pero el señor Retamales entrega un buen datito. “Cuando el jefe ponga que está en un restaurante determinado o se está tomando un traguito en un bar, uno puede pescar sus cosas para ir al mismo lugar y hacer parecer que el encuentro fue casual”.