Joan Zambrano heredó pasión por la "Música en colores"

Cuando Joan Zambrano habla de la música, le brillan los ojitos.

Ella es la heredera ni más ni menos que del método craneado en los '60 por la pianista y compositora criolla Estela Cabezas, destinado a facilitar el aprendizaje de la música entre pingüis y parvulitos. Se trata del proyecto "Música en colores".

Titulada de la Universidad Católica de Valparaíso, esta profesora lleva más de 25 años dedicada a la docencia, a talleres de flauta, piano, cello y coro, y a la organización de encuentros musicales interescolares. Una tarea que la apasiona, sobre todo porque la metodología ha logrado importantes reconocimientos en Köln y Colonia, en Alemania. Así, desde 1985 se ha abocado a difundir el legado materno y capacitar a los colegas.

Estimular el cerebro de los chicocos, incluso con problemas como un Síndrome de Down o déficit atencional, es posible mediante este sistema, donde las notas son reemplazadas por colores, haciéndolas más fáciles de interiorizar.

EN CASA DE HERRERO...

Nacida en Temuco el 28 de septiembre de 1921, según recuerda Joan, la formación musical de su mamá comenzó a las 5 pepitas en el Conservatorio. Vinieron premios y reconocimientos, pero fue con la maternidad que le afloró la vocación pedagógica. No obstante, en su caso, se formó con las tradicionales partituras universitarias.

"Ella sabía que el cerebro infantil tiene los primeros siete años de vida para aprender a través de la imagen. Así, su método, con lo visual y auditivo, tiene valor para todos los niños", explica.

Por el momento pretende hacer masiva esta modalidad de enseñanza a fin de brindar una oportunidad de aprendizaje invaluable a más peques del terruño.

El concepto ideado por su madre asocia el color a la nota, crea juegos, actividades y material didáctico para estimular el aprendizaje. Los alumnos de entonces, cuando todo estaba en pañales, y los de ahora, responden con gran motivación, ya que disfrutan de las clases jugando y aprendiendo: "En cada clase se despierta y conduce la fantasía creadora de los niños por experiencias llenas de magia", afirma.

Gracias al ñeque que ha impuesto en su labor como directora de "Música en Colores", ya son 25 los colegios que imparten este método entre sus alumnos y, lo más novedoso, experiencias piloto para apoyar aprendizajes en niños con diversos déficit, tales como autismo o síndrome de Down, esta última en pleno desarrollo en Antofagasta.

"Estamos creando conocimiento y para consolidar lo avanzado este año generamos contactos con universidades, buscando que nos apoyen en el desarrollo de investigación académica. No siempre tenemos que traer adelantos de otros países. También podemos crear ciencia y tecnología", sostiene.

Otro lote de colegas también acude periódicamente a sus talleres. El próximo lo realizará en Antofagasta, la primera semana de octubre.

En 1973 hubo un primer intento por involucrar al sistema educacional criollo con este proyecto, lamentablemente las circunstancias históricas lo dejaron en nada.

Viviana Fainé B.

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