La medida la tomó en conjunto con los países más afectados y es una de las tantas medidas que está implementando Occidente para frenar la invasión de Rusia sobre Ucrania.
Este martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció un embargo sobre las importaciones estadounidenses de gas y petróleo ruso, con el fin de no “contribuir a subvencionar la guerra de Putin”.
Esta decisión fue tomada para “asestar otro duro golpe” al presidente Vladímir Putin según lo que comentó Joe Biden. Además, esta elección fue elegida “en estrecha coordinación” con los principales aliados de Estados Unidos.
El país americano puede tomar ese tipo de medidas debido a que es un exportador neto de energía, ya que produce más gas y petróleo del que consume. Sin embargo, los países europeos no han podido decantarse por estas elecciones debido a que Rusia cubre gran porcentaje del consumo de estos combustibles.
En el caso del gas natural, Rusia exporta un total del 40% de lo que se ocupa en toda Europa y 30% del petróleo, lo que da cuenta de que tomar este tipo de medidas sería negativo para la economía de los distintos países además de para el ciudadano promedio.
“Podemos tomar esta decisión mientras que otros no pueden, pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa”, aseguró hoy Joe Biden.
“Seguimos unidos en nuestra intención de mantener una presión creciente sobre Putin y su maquinaria de guerra”, añadió el actual presidente de Estados Unidos.
Finalmente, Joe Biden se refirió al conflicto principal y aseguró que “Rusia puede seguir avanzando a un precio horrible, pero esta ya está claro, Ucrania nunca será una victoria para Putin. Él puede ser capaz de tomar una ciudad, pero nunca podrá controlar el país”.