El anuncio de la muerte de Joseph Jackson, a los 89 años, debido a un cáncer de páncreas, revivió la amplia gama de historias sobre este hombre que soñaba con ser un famoso guitarrista, pero que su talento con las cuerdas no lo acompañó para cumplir este ideal y, que por casualidad, derivó al "manejo" de artistas.
En varias entrevistas que dio en los tiempos en que The Jackson 5 caminaba del éxito al estrellato, Joe se definió como un hombre que se hizo así mismo y que no rehuía ningún tipo de trabajo. Incluso, contó que inició una carrera como boxeador, pero los guantes no eran lo suyo y como recién había terminado la II Guerra, por problemas de empleo había exceso de púgiles.
Era el inicio de los 50 cuando se bajó del cuadrilátero para subirse a un escenario. Desde niño practicó guitarra, pero hasta él mismo dijo que era un músico del montón.
Sus inicios
Sus primeros acordes profesionales los dio como guitarrista de The Falcons, una agrupación vocal de rhythm and blues. En uno de sus conciertos, cuenta la leyenda urbana, el dueño del bar donde tocaron no les quería pagar y fue Joe quien negoció y logró el pago y otra fecha más. Fue ahí donde demostró dotes de manager, lo que aprovechó trabajando con varios grupos de pop y blues, pero ninguno de ellos llegó a firmar con un sello discográfico.
Al respecto, su gran éxito como manejador fue con The Jackson, agrupación vocal formada al inicio por sus tres hijos mayores: Jackie, Tito y Jermaine. Luego se sumó Marlon y su gran acierto, a pesar de la oposición de sus hermanos, incluyó a Michael.
En medio del éxito de The Jackson 5, a fines de los 60 y principios de los 70, comenzó su empresa de representaciones, a la que luego se agregaron sus hijas La Toya, Janet y Rebbie.
De carácter fuerte, en varias ocasiones aseguró que el ideal de familia, de unión y respeto hacia ella sería el principal legado hacia sus hijos.
Varios de ellos, especialmente Michael, reconocieron después que le tenían "terror" a sus enojos y a la reacción que tenía cuando las cosas no resultaban como él quería. Incluso el "Rey del Pop", en una entrevista en 1993 con Oprah Winfrey, reveló entre lágrimas que su padre los golpeaba con la correa, que abusaba física y sociológicamente de ellos y que no los dejaba llamarlo papá.
"Mi padre se burlaba de mí y lo odiaba, me hacía llorar cada día. Era muy estricto, muy duro, muy severo... Había veces en que venía a verme y yo me ponía enfermo, comenzaba a regurgitar", contó el "Rey del pop".
El 2009, La Toya declaró que fue abusada por su padre, que los golpeaba en la cara y que incluso los amenazaba de muerte si no hacían lo que él les ordenaba. Luego la cantante desmintió todo y declaró que su marido la obligó a decirlo para ganar dinero.