Al argentino Jorge Alís le cambió la vida tras su exitoso paso por el Festival de Viña 2014: para llegar a la pega en su local de Santiago, el humorista del momento tomó el metro en la matina del "súper miércoles", y le alegró la mañana a la barra capitalina que le cargó hasta la bip!... ¡Aaaah!
Luego de hacer un festín con el pategoma en su rutina festivalera, al catalogarlo como el antro del toqueteo y las mamografías al gratín, el chistólogo che regresó a la capital luego de unas breves vacaciones en el sur de Chilito, y utilizó de una el servicio de transporte que le sirvió de inspiración.
"Es el medio que uso a diario, valoro su inmediatez. Eso sí, cuando salgo del agujero de la estación se siente la libertad, sobre todo en estos días que está lleno de personas", reveló el compipa luego de "pasar por el mamógrafo" en hora peak.
MANOSEADO
Agradecido de la buena onda por parte de los chilenos y, sobre todo, de las "manoseadoras y atrevidas chilenas", Alís no duda en inmortalizase con cuanto sapiola se acerca a pedirle una fotito.
"En Viña la interacción con el público fue muy linda, les debo mucho", verseó el actor que se metió en el bolsillo al "Monstruo".
Y aunque cacha que en el metro sobran las caras largas, el humorista jura de ombligo que ahí nacen las mejores tallas.
"La gente va seria, como en un estado de transición. No sabes lo que está pensando. Imaginarlo me parece divertido", explicó.
