La liberación de los imputados por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, por parte del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, fue un golpe bajo para la familia de las víctimas.
Luego de cuatro años de investigación, 35 jornadas de audiencia y poco más de dos meses de juicio, el tribunal cuestionó que las pruebas del ministerio público se basaran en las declaraciones del imputado José Peralino, y aseguró que "resultaba imprescindible la existencia de elementos de prueba obtenidos a través de otras fuentes probatorias, diferentes y autónomas (...), lo que no ocurrió en este juicio".
Además, la justicia descartó la calificación del delito como terrorista en la causa "al no probarse que el hecho hubiera sido planeado con anterioridad y que hubiera tenido el afán de causar temor general en la población".
Sin embargo, Jorge Luchsinger Mackay, vocero de la familia, aseguró a La Cuarta que en la resolución "se presentaron bastantes antecedentes y testimonios que para cualquier persona resultan razonables. No fue un delito común".
Finalmente, el veredicto de la Segunda Sala absolvió por unanimidad a José Tralcal Coche, Luis Tralcal Quidel, Aurelio Catrilaf Parra, Hernán Catrilaf Llaupe, Sabino Catrilaf Quidel, Juan Tralcal Quidel, Sergio Catrilaf Marilef, Eliseo Catrilaf Romero, José Córdova Tránsito y Francisca Linconao Huircapán.
El primogénito de Werner Luchsinger y Vivian Mackay, asesinados el 4 de enero de 2013, en la granja Lumahue, ubicada en la comuna de Vilcún, aseveró que no esperaban este fallo y repasó al sistema procesal penal al señalar que "cuando la defensa acusa montaje de policías o fiscales, creemos que va más allá de lo razonable y no es creíble que haya una conspiración del Estado para detener a ciertos imputados".
Por lo pronto, la familia Luchsinger Mackay esperará hasta el 23 de noviembre, día en que se entregará la sentencia íntegra del fallo, para evaluar futuras acciones a seguir. "Esperaremos a conocer los fundamentos para tomar una decisión", cerró el vocero.
Celestino Córdova: único condenado
El 20 de febrero de 2014, el machi Celestino Córdova fue condenado a 18 años de cárcel al ser declarado culpable del delito de incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger Mackay.
La noche del 4 de enero de 2013, el machi fue hallado a cinco kilómetros de la granja Lumahue, donde residían Werner Luchsinger Lemp (75) y su esposa, Vivian Mackay González (69), con una herida de bala en el tórax.
Actualmente, Córdova se encuentra internado en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, para tratar lo que él denomina la "enfermedad del machi" a causa del encierro y lejanía de su rehue (lugar sagrado).