Joven de 19 años quedó ciego y paralítico tras fatal fiesta universitaria: lo habrían obligado a beber a través de un tubo

Daniel Santulli - ABC
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El trágico hecho ocurrió en octubre pasado, durante una celebración de bienvenida por parte de la fraternidad Phi Gamma Delta en la Universidad de Missouri.

La que debía ser su primera experiencia universitaria terminó convirtiéndose en una condena de por vida para Daniel Santulli de 19 años. Y es que después de haber asistido a una fiesta en la fraternidad Phi Gamma Delta de la Universidad de Missouri, el joven quedó en estado paralítico, perdiendo su habilidad de moverse, ver y hablar, dependiendo totalmente de su familia.

Todo comenzó el 20 de octubre pasado, cuando Danny terminó con un paro cardíaco e intoxicación por alcohol, abandonado a su suerte en un auto en las afueras de un hospital después de haber celebrado junto a sus compañeros de fraternidad en lo que se conoce como “novatada”, explica la familia del joven.

“Vi a Danny en la Unidad de Cuidados Intensivos en el hospital, y simplemente era ver un montón de tubos por todas partes. Esa fue una imagen que probablemente nunca abandonará mi cabeza”, comentó su hermano Nick Santulli al medio ABC.

Daniel Santulli - ABC
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Los hechos que provocaron que Danny terminara en ese estado, comenzaron la noche del 19 de octubre cuando gracias a las cámaras de seguridad del recinto se puede ver como al joven lo llevan con una venda en sus ojos, donde le habrían obligado a beber una botella entera de vodka.

Mientras estaba bebiendo de la botella, en otro de los videos se puede ver como uno de los miembros de la fraternidad introduce un tubo en la boca de Danny para vaciar cerveza por el otro extremo de este y así provocar que bebiera más rápido, situación que fue fatal para el joven de en ese entonces 18 años, explica David Bianchi, el abogado de la familia.

Necesitará cuidados de por vida

Después de haber ingerido alcohol, se puede apreciar como Danny pierde el equilibrio por lo que uno de sus compañeros de fraternidad lo toma y lo deja en uno de los sofás del recinto. Acá nuevamente el joven pierde el equilibrio, cayéndose y quedando inmóvil por aproximadamente 15 minutos.

Tras esto, otro de sus compañeros lo vuelve a sentar en el sofá, hasta que posteriormente otros dos jóvenes de la fraternidad lo toman y lo dejan en el piso para luego subirlo a un auto y dejarlo en las afueras del Hospital de Missouri. “El hecho de que ellos supieran que estaba en problemas, que sus labios estaban azules y nadie llamara al 911. Hasta un niño de seis años llama al 911″, expresó su madre durante la entrevista.

Como resultado de esta fatal fiesta, Danny estuvo durante seis semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos, luego fue trasladado hasta un centro de rehabilitación hasta que finalmente y después de 7 meses pudo regresar a su casa en Minnesota.

A pesar de estar en casa con su familia, su diagnóstico no es alentador. De acuerdo a declaraciones de su madre, los médicos le dijeron que necesitará cuidados de por vida. “Aún no habla o camina, está en una silla de ruedas, perdió su visión pero nos escucha, sabe que estamos aquí. Seguiremos luchando, no nos vamos a rendir”, expresó su madre.

Actualmente la familia de Danny comenzó una demanda contra 13 de los miembros de la fraternidad, mientras que uno de los miembros fue acusado por la fiscalía de dos delitos menores por proporcionar alcohol a un menor de edad.

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