“Estos actos están ocurriendo a la luz del día, en muchas ciudades de nuestros país, son muchos los relatos de mujeres que necesitan ser escuchados”, afirmó la afectada.
Un impactante testimonio compartió una joven de Temuco que afirmó que un hombre intentó drogarla en pleno centro de la ciudad. Minutos más tarde, de acuerdo a su relato, un segundo sujeto la intentó subir a su auto.
“Fui a la municipalidad de Temuco, ubicada en calle Arturo Prat. En la vereda andaba un tipo medio canoso ‘regalando un lápiz’. En ese momento, cuando lo vi, estaba obligando a una señora a que tomara el lápiz. A la señora la ayudó un caballero de un negocio. Luego, rápidamente, ingresé a hacer mi consulta a la municipalidad y al momento de retirarme, el tipo estaba en la escalera. Me comenzó a mirar y abordarme. Obviamente que corrí hacia calle Antonia Varas”, escribió la mujer.
Además, indicó que “de acuerdo a lo informado por Carabineros de Temuco, estos sujetos portan lápices con escopolamina, pero jamás pensé que me tocaría a mí. El tipo era canoso, de unos 45 años aproximadamente, estatura media”.
“Luego, al momento de doblar en la calle Antonio Varas, me abordó un tipo en un auto de color gris, me dijo ‘oye, súbete, yo te voy a llevar’ y le dije ‘no, gracias’. En ese momento le miré la patente del auto y no correspondía con la patente de la persona que me vendría a buscar en Uber”, continuó.
Luego, explicó que “el tipo me siguió y me decía ‘oye, súbete, si yo te puedo llevar’. ‘No’, le dije. Salí corriendo y gracias a dios que divisé el auto de Uber. Me subí asustada, el señor de Uber me preguntó que qué pasaba, le conté y me dijo ‘esta no es la primera vez que escucho esto...’”.
“Del susto no recuerdo la patente del tipo, pero solo quiero aconsejarla de que anden con cuidado, no reciban cosas en la vía pública. Hoy por hoy nadie regala cosas solo por ser amable y al momento de pedir Uber, Indrive u otro auto, memoricen la patente, para que no suban al auto equivocado”, añadió.
Hay más denuncias
Asimismo, sostuvo que “si me hubiese subido a ese auto y no miro la patente, en qué hubiera terminado. Quizás el tipo que me quería abordar con el lápiz estaba asociado al tipo del auto. Es que todo fue muy raro y en muy poco tiempo”.
Finalmente, precisó que “estos actos están ocurriendo a la luz del día, en muchas ciudades de nuestros país, son muchos los relatos de mujeres que necesitan ser escuchados”.