Espantados quedaron en Arica, la Ciudad de la Eterna Primavera, cuando una joven abortó un feto en el baño del Hospital Doctor Juan Noé.
El caso, diametralmente opuesto al del San José, no corresponde a una negligencia del personal y los galenos del nosocomio nortino.
Tipín 14.15 horas, la paciente Teare Durán Ramos (18) acudió a la Unidad de Emergencia, junto a su madre, Pamela Ramos, a causa de un dolor abdominal.
La joven ingresó en ese momento directamente al baño de la unidad, mientras su mamá iniciaba los trámites de solicitud de atención.
En ese mismo instante, Pamela alertó a gritos que su hija estaba en mal estado en el baño. Ante la alarma, la jefa de servicio y el cirujano de turno atendieron a la mujer, constatando el parto de un feto de pequeñas dimensiones.
El cuerpecito fue llevado a la sala de reanimación, donde los dos pediatras de turno constataron que tenía entre 20 y 22 semanas de gestación, de sexo masculino y sin ninguna posibilidad de sobrevivir fuera del vientre de la madre (un feto inviable), por lo mismo se lo catalogó como un mortinato.
Teare fue trasladada en camilla a Obstetricia para terminar la labor de parto, donde quedó internada en buenas condiciones de salud.
SORPRESITA
Según los antecedentes recopilados por los profesionales que atendieron a la joven y a su madre, ninguna de las dos tenía conocimientos respecto al embarazo. Por lo mismo la gestación no estuvo bajo control médico de ningún tipo.