El tercer minero en ser rescatado es uno de los dos mineros que se restó de demandar al Fisco y no recibirá ni un peso de los 80 millones de indemnización: "Agradezco al Estado por habernos rescatado. Me doy por pagado".
Han pasado ocho años desde que "los 33" quedaron atrapados en la mina San José de Atacama y el accidente aún resuella en la vida de los que permanecieron 69 días dentro del yacimiento.
Es que desde el momento que el 9° Juzgado Civil de Santiago emitió el fallo, que, en primera instancia, ordena al Fisco a pagarle $2.480 millones a 31 de los 33 mineros por daño moral, la interrogante de por qué dos mineros no se hicieron parte de la demanda, quedó en el ambiente.
Uno de ellos fue Juan Illanes. Con sus 60 años, el minero chillanejo, casado y un hijo, destacó por su formación militar y ser uno de los líderes morales mientras se mantuvieron bajo tierra entre el 5 de agosto y el 13 de octubre de 2010. El tercer minero en ser rescatado de la cápsula Fénix, que actualmente se mantiene haciendo charlas motivacionales y colaborando con el museo de Santa Cruz de Carlos Cardoen, dijo a La Cuarta que "no me interesan las lucas".
Y ahondó en el por qué se marginó del grupo que siguió la demanda: "Yo agradezco mucho al Estado por habernos sacado de la mina. Y por eso me doy por pagado. Debo ser consecuente porque todo el apoyo recibido ha sido suficiente".
Agregó que "tengo formación que viene de la familia. Donde se entregan valores, cosas que no se compran ni en la farmacia ni en la ferretería. Hay un compromiso con tu país".
Según el fallo, la responsabilidad recae en el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) por "el incumplimiento reiterado de las exigencias de seguridad en el trabajo".
Sobre los $80 millones que podría llegar a cobrar cada uno de los 31 mineros, Illanes agregó que "bien por ellos. Bienvenido sea. Yo no soy quién para decir si el monto es jugoso o interesante. Para mí, la plata va y viene".
Pese a que la resolución descartó los argumentos del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que sostenían que el rescate y los beneficios posteriores significaron una reparación y suplían la obligación de resarcir el daño moral, el CDE aún tiene instancias para apelar a la determinación ante la Corte de Apelaciones y, eventualmente, en la Corte Suprema.
Sernageomin
El Servicio Nacional de Geología y Minería indicó que tras el accidente en la mina San José "en los últimos ocho años los fallecidos en la industria minera disminuyeron en un 69%".
Además, en ese período aumentó el número de inspectores y las fiscalizaciones pasaron de 2.500 a cerca de 11.000.
Es decir, las víctimas en la industria pasó de 45 en 2010 a 14 en 2017, mientras que en lo que va del año se ha implementado una campaña nacional de seguridad para disminuir aún más esta cifra (10 fallecidos a la fecha en 2018).
Raúl Bustos: El otro que no quiso ir a la Justicia
En el corazón de la Villa Ensenada, a los pies del Cerro Macera de Talcahuano, continúa su vida Raúl Bustos Ibáñez. El minero número 30 en ser rescatado, por estos días trabaja en la Planta Nueva Aldea de Celulosa Arauco, en pleno límite de la Región del Bio-Bío con Ñuble, a un costado de la Ruta del Itata.
Cuesta tomar contacto con él. Su especialidad en el trabajo de máquinas e intervenciones en altura hacen que Raúl no conteste llamados y Whatsapp durante la jornada laboral.
Bustos Ibáñez fue uno de los dos titanes que no se sumó a la demanda civil. Como él mismo comentó cuando se inició la acción judicial, no ve que sea correcto que el Estado se haga cargo de una negligencia de privados.
Desde el Barrio de la Villa Ensenada, los vecinos de Raúl reafirmaron lo anterior. "Para él y su esposa basta con que la vida los mantenga juntos. En el caso de haber muerto ningún billete hubiese compensado esa perdida", contaron los parroquianos.
Laurence Golborne: "Me alegro. Los mineros ameritan una compensación"
"Es una resolución de la cual me alegro. Los mineros ameritan una compensación porque el Estado falló en el rol fiscalizador del Sernageomin", sostuvo el ex ministro de Minería Laurence Golborne, quien lideró las labores de rescate.
"En una resolución anterior se le exigió a la empresa minera que la chimenea de ventilación estuviera escalerada, y no se hizo nada. Por alguna razón se autorizó el funcionamiento de la mina nuevamente sin cumplir la exigencia. Con escalera los mineros habrían salido por ahí".
Sobre los dos mineros no indemnizados, destacó la actitud de Illanes y Bustos "son extraordinarios, hace 8 años ellos ya decían que estaban agradecidos del esfuerzo que Chile hizo. Creo que es una decisión personal. Son posiciones distintas y no hay que cuestionarlas, porque ellos actuaron con tremenda convicción".