Un olor nauseabundo tiene chatos a vecinos de un antiguo edificio de calle Merced, en pleno centro de Santiago, donde uno de sus moradores que padece el mal de Diógenes vive en medio de un cerro de chatarra y basura.
El drama lo vive el jubilado Raúl Vergara (72), quien, según los habitantes del inmueble, hace cerca de un año acumula palos, artefactos en desuso, latas, fierros y otras cochinadas en su departamento del tercer piso, desde donde expele un olor que marea a cualquiera.
Reinaldo Ñenco (56) trabaja hace más 20 años en el edificio y nos contó que jamás había tenido que lidiar con un problema tan grande y que genera tantos reclamos.
"Cada vez que sale regresa cargado basura, dejando todo hediondo a su paso", contó el conserje.
Ñenco dice que los vecinos patalean a diario por los olores guácala y posibles focos infecciosos. Añade, sin embargo, que lo que más les preocupa es la salud del abuelo.
"Además, tiene 5 perros que hacen sus necesidades en cualquier parte", agrega.
"Lo peor es que nadie se hace cargo de él", continúa Reinaldo.
La Cuarta conversó con don Raúl, quien reconoce que tiene algunos problemas mentales, pero asegura que la chatarra la reúne para venderla.
El tata añadió que no está solo en el mundo, aunque sus vecinos asegura que jamás lo visitan familiares o amigos.
El diario pop informó de la situación a la muni de Santiago, y el mismo alcalde Pablo Zalaquett se comprometió a buscar una solución al drama de don Raúl y sus vecinos.