Como se esperaba, el juez español Santiago Pedraz mandó a la capacha a la chilena Francis Peña Orellana y a sus cuatro compañeros detenidos este martes en Barcelona y Marruecos acusados de reclutar mujeres para enviarlas a luchar a Siria e Irak en el Estado Islámico (ISIS).
El grupo habría operado a través de las redes sociales y foros en teléfonos móviles para cumplir con su misión, pues la idea de estos grupos es conquistar mujeres jóvenes para la causa, información que fue confirmada por la ONU.
Tras tomarles declaración, el juez de la Audiencia Nacional envió a todos a prisión, al ser imputados de un delito de integración en organización terrorista. Según informaron fuentes jurídicas, tres de los detenidos respondieron a las preguntas del juez y del fiscal mientras que un cuarto se negó a declarar hasta que se levante el secreto del sumario.
La detención
La policía española detuvo el pasado martes a cuatro mujeres y un hombre en una operación contra el terrorismo yihadista: los cuatro que hoy han pasado a disposición judicial y una quinta mujer que, al ser menor de edad, compareció ya ante un juez de menores y quedó recluida en un centro para personas de su edad.
Las detenciones se practicaron en las ciudades españolas del norte de África de Melilla (dos mujeres y un hombre) y Ceuta (una joven de 21 años), además de en Barcelona (noreste), donde fue arrestada la chilena Francis Peña. La operación también se saldó con dos detenidos en la localidad de Castillejos (norte de Marruecos), quienes serían los líderes de la célula.
Todos ellos están acusados de formar parte activa de una red internacional en la que cada uno desempeñaba un rol concreto de captación, reclutamiento y envío de mujeres jóvenes al frente sirio-iraquí de la organización terrorista ISIS.
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