El apagón, que tuvo a más del 90 por ciento de los chilenos a oscuras, trajo un lote de coletazos, tanto así que hasta el gobierno de Don Tatán entró a terciar en el asunto. La falla en la subestación Charrúa, en Cabrero, a 600 kilómetros de Santiago, dio para que la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) anunciara que iniciará feroz investigación para rochar responsables.
Así lo anunció el nuevo guaripola de la Onemi, Vicente Núñez. "Ésta es una falla técnica originada en el transformador de Charrúa y, finalmente, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles desde ayer inició una investigación para detectar el origen de la falla y poder trabajar en ella", aseguró.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, anunció que "este gobierno va a aplicar las multas, que no son menores y no son pocas". El propio Presidente Sebastián Piñera se encargó de ponerles un plazo de siete días a las operadoras eléctricas para que estabilicen el sistema y no haya más apagones. "Más allá de buscar y encontrar las responsabilidades, nos hemos comprometido a que el transformador dañado esté reparado dentro de las próximas 48 horas y que las líneas que pudieron ser afectadas por el apagón estén revisadas y reparadas dentro de los próximos 7 días", dijo el Seba.
En todo caso, no cante victoria antes de tiempo e invierta en una buena linterna, porque, según el ministro de Energía, Ricardo Raineri, la cosa se viene para largo, porque el sistema eléctrico quedó frágil como una doncella. "Por lo menos van a pasar seis meses antes que volvamos a tener los niveles de seguridad en el sistema que teníamos previos al terremoto", dijo Raineri.
"El sistema quedó con un cierto nivel de fragilidad que va a tomar un tiempo normalizarlo, pero queremos darle tranquilidad a la población y decirle que se están haciendo todos los esfuerzos para dar la mayor seguridad posible", remachó el nuevo caperuzo de la energía en Chilito. Obligado a transformarse en vampiro para ver en la oscuridad.