Junten miedo: Fiero "Gaucho" vuela a Sudáfrica con pasaporte chileeeenooo

A un año de que fuera rescatado en los huesos de las estrechas jaulas del Gran Circo Magnum, instalado en Concón, el león africano "Gaucho" está haciendo sus maletas para viajar, gordito y con la terrible melena, a un santuario de animales rehabilitados en Sudáfrica.

El chascón estuvo puro dando jugo en la playa hasta octubre de 2008, pero un operativo de la policía civil y de los chapulines del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) evitó que terminara convertido en choapino.

ATROZ

Apenas fue salvado de una muerte segura, "Gaucho" fue llevado al Buin Zoo y comenzó a ser alimentado con carnecita de vaca y caballo, y a recibir un tratamiento para matarle los bichos que tenía en la ponchera.

"Este animal llegó muy flaco, con sus garras cortadas y los colmillos limados, y sufriendo además un estrés que lo hacía caminar en círculo incluso en la noche", dijo a La Cuarta el vete y dire del Buin Zoo, Ignacio Idalsoaga.

Tras cumplir la misión de engordar a "Gaucho" con siete kilos diarios de carne y de hacerlo volver a rugir de alegría, los cabros del Buin Zoo, del SAG y de la corporación animalista Ecoprotege, lograron que fuera aceptado por el Drakenstein Lion Park, lo más parecido a la libertad que existe en el tercer planeta.

Se trata de un santuario que aguacha leones castigados sicológicamente, azotados y víctimas del tráfico de animales, donde los regalones tienen asegurados techo, agua y comida a cargo de guías entrenados.

"Gaucho" será despedido el sábado en la mañana por la propia ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, y el domingo en la madrugada se subirá al avión que lo llevará al país del Mundial.

"Fueron horas, días, semanas y meses los que estuve al lado de 'Gaucho' para sanarlo de todos sus males y de los graves maltratos que sufrió. Le conversé, me reí con él, le di comida y rasqué las patitas, hasta que logré quitarle sus miedos. Ojalá que en África siempre se acuerde de la gente que lo ayudó en Chile y del enorme cariño que sentimos por él, porque es como un niño. Sabemos que allá va a estar bien y que algún día nos vamos a volver a ver como dos grandes amigos", dijo Idalsoaga, con la jeta tiritando de emoción.

"Acá llegó con 40 kilos menos y muy agresivo. No podía ver a los niños, pero ahora hasta les mueve la cola y les da la manita", agregó el tarzán del Buin Zoo.

Gracias a las atenciones que recibió y a la intensa supervisión médica, "Gaucho" volvió a convertirse en una bestia melenuda y a rugir como un campeón.

Carlos Godoy S.

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