No sólo la amargura de la primera derrota en el torneo dejó en el piso a Bryan Rabello. Claro, la paraguaya no es fácil y dicen que duele, pero más aún al ir acompañada con una ensalada de patás, las mismas con las que han intentado pararlo en lo que va del Sudamericano.
Pero el titiritero del Sevilla no aliña más la derrota ni le da color por lo "encariñados" que están los hacheros con sus piernas. "Sí, me han pegado bastante, pero no me quejo. Me comería mil patadas más por Chile al igual que mis compañeros. Estamos todos mentalizados en el objetivo de llegar al Mundial", avisó a La Cuarta el nuevo androide de Jorge Sampaoli, que sólo pesca a la Sub 20 y no le da color a la visita de Minimí a Mendoza. "No influyó. Algunos ni sabían que venía", tiró.
-Tienes a todos los veedores turnios. ¿Te calienta ser figura?
-La verdad es que para mí la figura es el equipo, que ha mostrado muy buenas cosas en el torneo. Además, yo cambiaría esa supuesta condición de figura por la posibilidad de clasificar al Mundial de Turquía.
-¿Quedaron pa’l gato con la fleta ante Paraguay?
-Nos dolió bastante, pero hay que dar vuelta la página. Hemos tenido problemas de expulsiones que nos han afectado, pero 11 contra 11 mostramos nuestra fortaleza. Pero hay que cambiar el chip: quedan 12 puntos y nuestra convicción en lo que puede hacer el grupo aún está intacta.
-Tras la rogelia a Igor Lichnovsky, te tocó aperrar como raspador en el diome. ¿Harías esa pega de nuevo si el deté te lo pide?
-Claro, el profe Mario (Salas) estimó que podía rendir en esa posición y si me lo pide de nuevo, ahí estaré. No me sentí muy cómodo ni es lo que me gusta, pero el objetivo grupal es lo más importante y tenemos que levantarnos para pensar en Ecuador.
-¿Te habías ganado antes los porotos aforrando y más lejos del arco rival?
-No, la verdad nunca había jugado como contención. No estoy acostumbrado a tener que pegar las patadas, generalmente mi función es que mis canillas reciban, jajajá.
A LAWRENCE SE LE CORTÓ EL ELÁSTICO Y CASI SE ECHA AL BRAYAN
La lucha por el arco ha estado brígida desde el primer minuto. Claro, aunque el titular es el atajapepas de Palestino, Darío Melo, le collerea el candado del Tottenham, Lawrence Vigouroux, pero cuando le tocó jugar a Brayan Cortés estuvo tan glorioso como su Iquique querido.
Pero una cosa es “matarse” por un puesto y otra es casi pitearse al colega. Es que en el calentamiento de manos, los candados volaban amarrados de un elástico pa’ hacérselas más pelúa. Y cuando le tocó al grone, le puso tanto color que se le cortó la banda, que salió disparado a la mollera del iquiqueño y no le achuntó por centímetros. “Casi me mató, jajajá”, dijo el Brayan cuando recuperó el aliento.