Felipe Kast se fue del Mideplan, cargo similar al que ocupara su padre en los años '80.
El ministro de pelo cobrizo y lentes negros gruesos presentó su renuncia y fue aplaudido y vitoreado cuando dejó su cargo a disposición en el salón Montt Varas de La Moneda.
A través de Twitter se despidió de todos sus seguidores: "Agredezco a todos los funcionarios de Mideplan por su trabajo incansable y apoyo permanente durante este año y medio...", escribió.
En las redes sociales todavía están plop y pidiendo explicaciones por su salida ya que durante su gestión se alcanzaron varios logros sociales como el plan Calle 2011, para ayudar a la gente que duerme en las veredas en plena onda polar y el bono Bodas de Oro, entre otros.
La supuesta compra de un sillón de cuero de cuatro palitroques para su oficina, el que finalmente no fue adquirido, lo tuvo en la polémica en marzo del presente año.