Kristel hizo la previa con pucheros por su papi

Que Kristel agarrara un huequito en los 400 metros libre habría sido más raro que ver al Pájaro Gutiérrez cobrando el sueldo mínimo después de encajarle un gol a la “U” en la final del torneo y en el último minuto. ¿Pero? La sirenita igual hizo bien la pega, aunque sólo fue la “previa” de su especialidad.

Sí, pues la esperanza de todo el país, y de la propia “Alemana”, está en la prueba del jueves 2 de agosto en el Parque Acuático. Ese día, la “Kris” nadará en la ronda clasificatoria de 800 metros libre y su objetivo es meterse en la finalísima. La barra, eso sí, sueña con verla en el podio, tal como pasó en los “Panam” de Guadalajara.

La sirena terminó segunda en su serie con un tiempo de cuatro minutos, 12 segundos y dos centésimas (sólo fue superada en su tanda por la búlgara Nina Rangelova, quien registró 4’11”71). Sí, fue una gran marca, pero igual no le sirvió pa’ entrar al cuadro de las ocho mejores que disputarán el oro.

Es cierto, Köbrich quedó conforme y motivada pa’ su gran prueba, aunque igual ayer se le asomó una lagrimita. Es que además de tener más pega que consejero amoroso de la Tanza, Kristel tuvo que participar sin la compañía de su padre y con gran parte de los chilenos durmiendo o, en su defecto, acostándose.

¿Por qué no fue Michael Köbrich Fritzsche? No es que haya tenido la cuenta sobregirada. Simplemente, el hombre cuyos apellidos invitan a destapar una chelita, se encontró con la sorpresa que las entradas que compró desde Chile para ver competir a su hija nunca aparecieron en Londres.

La encargada de hacer pública la noticia fue la hermana de nuestra sirenita, Kathe, quien aprovechó los 140 caracteres del Twitter para vomitar su molestia. “Mi papá compró entradas para ver a la Kris competir y ella me acaba de contar que no pudo entrar porque los tickets no estaban”, informó @KatheKobrich.

Además de manifestar que le parecía una bosta la situación, pero en chiguá, la sister pidió que “ojalá mi viejo pueda ver qué pasa de acá al jueves para estar en los 800. La Kris igual estaba con lata por eso. Imagínate, tu familia ahí, pero se queda afuera”.

Luego, Katherine le tiró un paló al Comité Olímpico por no ayudar a Kristel a solucionar el cachito, pero más tarde, cuando el apoyo cibernético se había multiplicado, la propia “vocera” avisó también vía “tuíter” que por fin el tema estaba solucionado y que al final su papi haría el aguante por el clan Köbrich-Schimpl.

La sirenita no hizo declaraciones al respecto, pero sí se manifestó por su performance en la jornada dominical y por el gran desafío del jueves. “Estoy contenta y súper concentrada para los 800. Hay que ver cómo quedo, pero vinimos acá a hacer una buena competencia”, sostuvo la “Kris”.

La clasificatoria será de madrugada y Köbrich espera por fin acceder a la lucha del podio, algo que le fue esquivo en los Juegos de Beijing, donde hizo glú-glú en los 800 metros libre y en 10 kms. aguas abiertas.

Que Kristel agarrara un huequito en los 400 metros libre habría sido más raro que ver al Pájaro Gutiérrez cobrando el sueldo mínimo después de encajarle un gol a la “U” en la final del torneo y en el último minuto. ¿Pero? La sirenita igual hizo bien la pega, aunque sólo fue la “previa” de su especialidad.

Sí, pues la esperanza de todo el país, y de la propia “Alemana”, está en la prueba del jueves 2 de agosto en el Parque Acuático. Ese día, la “Kris” nadará en la ronda clasificatoria de 800 metros libre y su objetivo es meterse en la finalísima. La barra, eso sí, sueña con verla en el podio, tal como pasó en los “Panam” de Guadalajara.

La sirena terminó segunda en su serie con un tiempo de cuatro minutos, 12 segundos y dos centésimas (sólo fue superada en su tanda por la búlgara Nina Rangelova, quien registró 4’11”71). Sí, fue una gran marca, pero igual no le sirvió pa’ entrar al cuadro de las ocho mejores que disputarán el oro.

Es cierto, Köbrich quedó conforme y motivada pa’ su gran prueba, aunque igual ayer se le asomó una lagrimita. Es que además de tener más pega que consejero amoroso de la Tanza, Kristel tuvo que participar sin la compañía de su padre y con gran parte de los chilenos durmiendo o, en su defecto, acostándose.

¿Por qué no fue Michael Köbrich Fritzsche? No es que haya tenido la cuenta sobregirada. Simplemente, el hombre cuyos apellidos invitan a destapar una chelita, se encontró con la sorpresa que las entradas que compró desde Chile para ver competir a su hija nunca aparecieron en Londres.

La encargada de hacer pública la noticia fue la hermana de nuestra sirenita, Kathe, quien aprovechó los 140 caracteres del Twitter para vomitar su molestia. “Mi papá compró entradas para ver a la Kris competir y ella me acaba de contar que no pudo entrar porque los tickets no estaban”, informó @KatheKobrich.

Además de manifestar que le parecía una bosta la situación, pero en chiguá, la sister pidió que “ojalá mi viejo pueda ver qué pasa de acá al jueves para estar en los 800. La Kris igual estaba con lata por eso. Imagínate, tu familia ahí, pero se queda afuera”.

Luego, Katherine le tiró un paló al Comité Olímpico por no ayudar a Kristel a solucionar el cachito, pero más tarde, cuando el apoyo cibernético se había multiplicado, la propia “vocera” avisó también vía “tuíter” que por fin el tema estaba solucionado y que al final su papi haría el aguante por el clan Köbrich-Schimpl.

La sirenita no hizo declaraciones al respecto, pero sí se manifestó por su performance en la jornada dominical y por el gran desafío del jueves. “Estoy contenta y súper concentrada para los 800. Hay que ver cómo quedo, pero vinimos acá a hacer una buena competencia”, sostuvo la “Kris”.

La clasificatoria será de madrugada y Köbrich espera por fin acceder a la lucha del podio, algo que le fue esquivo en los Juegos de Beijing, donde hizo glú-glú en los 800 metros libre y en 10 kms. aguas abiertas.

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