La abuelita Tunick llora a su hombre-niño

Entre las cuatro mil personas que se desnudaron el 30 de junio del 2002 en el Parque Forestal para el lente del guatón Spencer Tunick, destacó una veterana que entonces tenía 72 años.

Por un tiempo María Cristina Fuentes se convirtió en una celebridad que tocó el cielo en octubre del año siguiente en el programa "Ciudad Gótica".

Ahí Felipe Camiroaga se empiluchó para entrevistar a la Abuela Tunick, quien para responderle desnudó su alma y también su cuerpo.

Entonces, con picardía nos contó que "bajé mi mirada de vez en cuando y está todo muy bien proporcionado. Es verdad, Felipe no es un manicero".

DEVASTADA

A nueve años de Tunick, 8 de la entrevista con Felipe y con 81 calendarios sobre su espalda conversamos con ella para saber cómo tomó la muerte del animador.

"Estoy muy mal, no te puedo hablar, estoy demasiado afectada", nos dijo.

- ¿Lo quería mucho?

- Sí, le tenía mucho cariño. Felipe había uno solo.

- ¿Por qué?

- Porque fue un niño, era muy sano, el morbo lo tiene la gente en las miradas; él no, era un niño en el cuerpo de un hombre.

- ¿Cómo fue con usted?

- Cariñoso, afectuoso, honesto, sincero...

- ¿Compartió con él luego de la entrevista?

- Sí, pasamos tiempo fuera de cámara, conversamos muchas cosas en privado que, por respeto a él, no se las puedo comunicar.

- ¿Habría sido un buen padre?

- Era un hombre muy solo y lleno de amor que habría sido un gran padre.

- ¿Usted es creyente?

- Dios nos da la vida y nos la quita cuando estima conveniente. Si hubiese seguido vivo quizás le habría pasado algo más doloroso para él, pero para esto no hay una explicación, o no la tengo yo.

COMPARTIR NOTA