¡La acusan de chuparle hasta el bastón a tata ricachón!

Emiliano Pérez Jiménez (97) es un ex capitán de navío de la Armada que hoy vive en una pieza sin ventanas y rodeado por sus viejos recuerdos en una casa con rejas enormes en Viña del Mar. Está al cuidado de su esposa, Juana Vargas Valenzuela (47), una mujer que, de acuerdo sus familiares, no lo ama y sólo quiere robarle su fortuna de 1.500 palos. ¿Cómo llegó ahí?

Hasta el 2007, el tío Emiliano, como le llaman sus sobrinas-nietas Roxana y Claudia Cartes, vivía con su hermana Benita en un depa que se incendió, porque tenía hasta el techo lleno de cachureos por su mal de Diógenes.

Sus sobrinos Marcelo y Marcela llegaron con los abuelitos al Hogar San José que les recomendó la muni. Allí las cosas iban bien, hasta cierto tiempo.

"La dueña del hogar, Juana Vargas Valenzuela, le empezó a pedir dinero, y cuando lo iban a ver decían que no estaba porque lo había llevado a comer, a pagarse su pensión o que andaba de paseo. Así se ganaban su confianza", contó Roxana a La Cuarta.

A escondidas   

Esto era extraño, ya que al tío "no le gustaba gastar ni para comer, si comía puro quaker y pollo. Y era serio, costaba hablar con él, porque su cabeza sabía lo que tenía. Nunca tuvo hijos ni se casó", confidenció Claudia.

En febrero de 2011 falleció Benita, por lo que  Emiliano quería irse del hogar. Pese a ello, Juana, quien enviudó en septiembre de 2011, tardó unos meses en casarse con el tío.

"Lo hizo a escondidas en una casa de Villa Alemana y tres meses después le sacó 60 millones por caja. Y antes ella estaba gordita y ahora es flaquita, saque usted sus conclusiones", relató Claudia.

La familia se enteró de esto cuando los llamaron desde una empresa en la que el tío tenía sus acciones, que lo llevaron a tener un fortuna a partir de 1956, ya que se encargaba de la finanzas de la familia.

Actualmente vive con Juana en su hogar. "Ella no deja verlo y cuando alguien va a su casa no dejan estar solo con él, que siempre tiene la lengua traposa", soltó Roxana. A raíz de esto, la familia denunció el caso a la justicia.

Juana Vargas se defendió alegando con que "sus familiares nunca se hicieron cargo de él, pero los demás descargos los diré en un momento oportuno".

Sus familiares temen que Juana se quede con la herencia cuando fallezca este ex capitán de navío.

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