Tan pulenta fue la interpretación que Raquel Argandoña hizo de la Quintrala en la serie homónima sobre el personaje que realizó TVN en 1987, que desde entonces es identificada con el apodo de la mujer que vivió entre 1604 y 1665.
Por eso mismo, la invitaron a Graneros a la inauguración de una escultura de la Catrala. En la muni quisieron destacar que la difunta donó los terrenos donde se emplaza la comuna.
Igual, dado el perfil de la homenajeada, en la ciudad hubo polémica cuando la idea se planteó, porque algunos reclamaron que se destaque a un personaje que habría torturado a sus esclavos, y según la leyenda tenía pacto con el diablo.
Hasta el cura Francisco Cáceres manifestó que "era una locura", porque en vez de recordar a las mujeres buenas, se realzaba la figura de la hija del mal.
La movida se le ocurrió a la Fundación para el Arte, Cultura y Deportes que dirige el alcalde Claudio Segovia, quien manifestó que "la Quintrala representa a una líder que fue capaz, en esa época, de relacionarse con el poder español y la Iglesia. Ella integra uno de los hitos en la conformación de Graneros, y es precisamente este hecho sobre el cual queremos poner el acento".
En cuanto a su historia negra, Segovia dijo que "muchos hablan de su maldad, pero nosotros apuntamos al rescate patrimonial y al turismo que puede generar".
El escultor Guillermo Torrealba elaboró la figura de cinco metros que costó $6.000.000. El material que usó es un tronco seco de un árbol centenario que estaba en la plaza de armas, que se instaló frente a una casa colonial.
A la inauguración la Argandoña se dejó caer muy bronceada, vestida con un traje color palo de rosa, y cortó la cinta tricolor.
PURO AMOR
Sobre su mentora, la Quintrala de la tele dijo que "es una mujer de la época colonial, y como era mujer se le criticó mucho, pero yo la amo, y amo el personaje que hice para la televisión. Creo que fue una producción excelente".
Del carácter de ambas, la Raca contó que "me siento identificada con ella, porque tengo una personalidad muy fuerte, feminista, que lucha por lo que quiere", y soltó que nunca le ha penado, "al contrario, yo creo que me protege, hay que tenerle más susto a los vivos que a los muertos. Estoy muy enamorada de ella, la aprendí a querer con el tiempo que la representé".
En tanto, algunos vecinos comentaron que a la Quintrala muerta no le tienen miedo, pero que la ilustre visita es tan parada en la hilacha que intimida más que la finada.