La carrera por la inclusión de Gabriel Sobra

Tras una larga ruta para superar la discriminación, el deportista ya está en Abu Dhabi para representar a Chile desde hoy en las Olimpiadas Especiales.

Cuando Gabriel Sobra Villacura se subió al avión para trasladarse a Abu Dhabi y representar a Chile en los Juegos Mundiales de Verano de las Olimpiadas Especiales, al menos dos corazones se inflaron de orgullo: el de su madre Sandra Villacura y el de su profesora Paula Ubilla.

La ruta para que Gabriel llegara hoy a competir en 100 metros planos, salto largo masculino al día siguiente y relevo de 4 por 100 metros el miércoles, ha tenido varios obstáculos durante sus 20 años de vida.

Sandra cuenta que desde pequeño le "costó harto encontrarle colegio. Estuvo 4 años en un colegio normal y fue discriminado por niños y profesores. Un día la directora me dijo que me lo tenía que llevar".

Gabriel llegó a la Escuela Especial Esperanza de Renca donde su afición al deporte se convertiría en un estilo de vida. "Desde chico jugaba fútbol, luego béisbol, después baby hasta que comencé con el atletismo", señala el deportista.

Para este último paso fue clave su profesora de Educación Física.

"El colegio no participaba en Olimpiadas Especiales hace muchos años y yo comencé a trabajar en esto para que los chicos volvieran a competir. En eso vi que Gabriel tenía hartas capacidades y entonces comenzamos a entrenar", comentó Paula Ubilla.

Para la docente no ha sido fácil. El deporte es una materia pendiente de todos los gobiernos, nacionales y locales, siendo los profesores de Educación Física quienes deben ingeniárselas para potenciar a los posibles deportistas. "Es súper sacrificado. He tenido que vender kojak, chicles y esas cosas para poder costear cuando tengo que ir a entrenar. Todo se costea por nosotros. Se necesita un apoyo que sea permanente".

En esa misma línea están en Olimpiadas Especiales, una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Así, prepararon a 22 deportistas para participar en las competencias, donde la delegación confía en obtener medallas entre los 192 países y 7 mil atletas participantes.

"Trabajar en una escuela de riesgo social y sacar adelante a los chiquillos es súper gratificante. Estoy orgullosa de él y sé que va a ganar. Estoy con el corazón más que inflado".

Mientras Sandra agrega "que es un orgullo. No puedo explicar la emoción que yo tengo tan grande hacia mi hijo. Él me ha dado a mi harta felicidad".

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