En mi práctica profesional, son cada vez más los pacientes que me plantean la necesidad de colocarse implantes dentales para reemplazar las dientes perdidos, y luego de reemplazarlos, quieren ordenarlos por medio de tratamientos de ortodoncia, comunmente llamado frenillos.
Y por supuesto que esto ha ido en aumento, pues en niños y jóvenes es cada vez más común el uso de frenillos, y el tener dientes ordenados no sólo tiene una implicancia estética, sino que también funcional y de mejor higiene. Hoy, en Chile existe un 60% de personas que tienen mal oclusiones, es decir, que muerden mal.
La más característica de estas mal oclusiones, son los llamados "papiches", aquellos pacientes cuya mandíbula es más desarrollada que su maxilar, como también el apiñamiento anterior de dientes.
A esto, hay que sumar que el 45% de los adultos tiene una dentadura con menos de 20 dientes por boca. Se cruzan dos problemas de salud bucal a resolver en uno sólo: pérdida de dientes y mal oclusiones.
¿Cómo podemos resolver estos casos?, ¿qué es primero, los implantes o la ortodoncia? ¿A quién debo consultar? La solución debe ser abordada por equipos clínicos integrados con experiencia en implantes dentales y ortodoncia en adultos.
El paciente podría tener como motivo de consulta lo que más le incomode. Si sus dientes están desordenados, muy probablemente consulte por ortodoncia, a sabiendas de que además necesitará reemplazar dientes.
Cuando consulta por reemplazo de sus dientes perdidos, es el clínico quien le indica ortodoncia, pues si se instalan implantes en zonas de desorden dentario, estos implantes quedarán bajo un patrón de mala oclusión, inconveniente para el futuro de los implantes y para la estética del paciente. Por lo cual, lo que siempre va primero es el tratamiento de ortodoncia y luego el de implantes.
No obstante, puede existir la necesidad de colocación de implantes previos para que el ortodoncista se apoye en ellos para el movimiento de dientes. En cualquier caso, es el ortodoncista quien comanda los tiempos y pasos del tratamiento multidisiplinario, el cual puede durar entre un año y medio a tres años.
Tiempo que bien vale la pena para tener dientes alineados e implantes duraderos en un tiempo en que cada día se alargan más nuestras espectativas de vida.