La cruda historia de la víctima del bombazo en el barrio Yungay

En la escalera de ingreso al Servicio Médico Legal, Andrés Landskron Silva acompañado por su hermano Bastián, leyó un comunicado a nombre de la familia en relación a la muerte de su hermano mayor, Sergio Guillermo, quien pereció un par de horas después de que una bomba estallara y lo dejara gravemente herido la madrugada de ayer, sin que aún este claro si la manipulaba o no.

Con los ojitos llenos de lágrimas, Andrés dijo que "debido a los acontecimientos que han ocurrido queremos declarar que nuestro familiar jamás ha tenido relación alguna con un grupo terrorista, sino que lamentablemente cayó en el flagelo de la droga a los quince años y hasta la fecha fue dependiente de la pasta base. Su familia siempre le brindó ayuda, pero lamentablemente fue más fuerte su adicción y las causas de su muerte son materia de la investigación".

El joven agregó que su hermano estuvo desaparecido una semana y dijo que "sólo pedimos respeto para nuestro dolor y pedimos justicia para aclarar su muerte, ya que en este momento él es una víctima de la situación".

Sergio, de 29 años, vivió hasta hace poco con su mamá, Ana Silva, y su papá, Sergio Landskron. Ella se dedicaba a cuidar enfermos a domicilio y el progenitor hacía pololitos en la contru. A la familia nunca le faltó el pan, pero al fallecido joven le pasaron la cuenta las malas juntas.

"Hace tiempo que no se veía por acá. Tengo entendido que se fue a vivir con algunos amigos a Lo Prado, pero acá ya casi no venía. Su mamá es la que más sufría con el malvivir de su hijo", señaló una vecina de la villa El Tololo, en La Pintana.

Además de haber caído en el flagelo de la maldita droga, Sergio comenzó a delinquir para sustentar sus vicios, teniendo que enfrentar varias veces a la Justicia.

El 2008 fue detenido por robo en lugar no habitado, ya que habría entrado a robar en un quiosco donde se peló 200 lucas. Luego el 2009 fue condenado por robo con violencia al pegarles un lanzazo a dos mujeres en San Miguel, por lo que fue trasladado a Santiago 1.

La sentencia se dictó en 2011, por lo que le tiraron 5 años y 1 día, pero se le abonó la espera en la Ex Peni y la cárcel de Rancagua, rebajándole la condena tras el beneficio de buena conducta, saliendo en julio de este año en libertad.

De ahí en más Sergio cayó nuevamente en la pasta base y no se le conocía domicilio estable, por lo que había perdido contacto con su familia hasta ayer.

Hermano de muerto por bomba en barrio Yungay no cree que sea culpable | La Cuarta

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