La Maldo salió de carrete con su Magda

Tanto que hablaban de que a la pobre Magdalena Montes no la pasaban ni con vaselina en el "Mucho Gusto" y a las finales   igual Pascual salen a carretear con ella.

O así al menos se pudo apreciar durante la noche inaugural del Festival, cuando hasta el Vip del anfiteatro llegaron como Piti y Poti la ricarda Magdalena y su compipa, la Patty, quienes junto a la periodista Carola Bezamat pasaron a tomarse un copetito luego del show de Miguel Bosé. Aunque no todo fueron sonrisas, porque el trío de minurris se aburrió al ratito con tanto buitre dando vueltas al interior del recinto y salió a refrescarse al lobby, donde el frío caló hondo y las mandó pa' los cuarteles antes de tiempo.

Coca y Black se mandaron pirula previa

Miraban pa' todos lados y repetían a cada rato: "¿Qué hacemos aquí?". Y no porque Coca Mendoza y su fiel escudero, el Dj Black, no cachaban donde estaban, sino porque ellos mismos se sentían como chancho en misa.

"Shi yo na' que ver acá, papá, yo soy del pueeeeeeblo", insistía con orgullo Gabrielito, apoyado en su partner, quien sólo se limitaba a secundarlo diciendo "sheguro" con su mejor sonrisa.

El parcito llego hasta el Vip subterráneo de la Quinta Vergara, en donde le pusieron color durante toda una horita. "Vinimos a ver a Bosé", contó el Coca poco antes de virarse, explicando que su paso por el pirulo recinto fue sólo "pa' hacer la previa".

Rocío Marengo se apitutó con caporal

Le costó una cachá de rato y cerca de chorrocientas mil sonrisitas, pero la bella Rocío Marengo logró acceder al salón Vip de la Quinta Vergara.

Y como la chiquilla es vivita y no se le pasa una, apenas puso su primera patuleca en el salón se fue derechito a saludar al  encargado del recinto, Pato Gatica, quien luego de pensarlo durante 0.5 segundo le dio la pasá e incluso accedió a contarle  sus principales secretos para sumarse al mundo de los fisicoculturistas.

"Si es un amor este pibe", se le escuchó decir a la blonda modelo, mientras el funcionario municipal se secaba el sudor pensando en cómo lo iba a recibir su patrona cuando le cachara su reveladora foteli.