A la espera del fallo en el país vecino

Este lunes la Corte Internacional de Justicia de La Haya entregará su fallo sobre la demanda interpuesta por Bolivia contra Chile, para que se determine la obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico.

En ambas naciones, las autoridades y los medios de comunicación se alistan para informar sobre el veredicto. Mientras, las comunidades bolivianas y chilenas que residen en cada país se limitan a esperar tranquilas.

Desde Bolivia, donde viven más de 7 mil chilenas y chilenos -según cifras de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior-, en la sede diplomática nos señalan que "no está contemplado ningún acto o actividad en el consulado con motivo del fallo".

Alejandra Montero, empresaria chilena que reside en Santa Cruz de la Sierra hace más de 3 años, cuenta que "tenemos amigos bolivianos y hay diferentes posturas. En La Paz, la mayoría, asegura que el fallo será a su favor, mientras que, en Santa Cruz, en general los cruceños están atentos al fallo, pero tienen algo más de conocimiento y saben que puede ser difícil. Y de ser a favor saben que sólo significa sentarse a hablar y no obtener parte de nuestro territorio".

Según la ingeniera Rocío Montenegro, quien está en el país altiplánico desde el 2000, "(el fallo) no cambiará nada. (Evo Morales) va a querer transformar el fallo en un triunfo y tratando de mantener a Chile dentro de la supuesta 'negociación'".

Con 22 años en Bolivia, la sicóloga Lisette Robles Rosales señala desde La Paz que "sea el fallo a favor de Chile, o sea, que no sea obligación de entablar una negociación de salida soberana, repercutirá de forma negativa a las intenciones del gobierno de perpetuarse en el poder. Y si este fallo es favorable a Bolivia, el gobierno lo tomará como bandera de triunfo anticipado". Lisette descarta juntarse con otros chilenos a ver el veredicto, ya que "como es un tema tan sensible, personalmente no me reuniría ya que se podría tomar como provocación".

Desde la otra vereda, según el Departamento de Extranjería y Migración, los bolivianos en Chile superan los 100 mil. Uno de ellos es Raúl Ruiz, arquitecto que reside hace casi 20 años en el país, quien encuentra que el juicio "ha sido una pérdida de tiempo y de dinero. Lamentablemente Evo (Morales) lanza toda esa campaña para ir nuevamente a elecciones". Sobre si se juntarán con otros bolivianos a ver el fallo, cuenta que "no nos reuniremos. Es totalmente intrascendente el fallo. Por lo que se ve, Bolivia no va a sacar nada de esto. Ya que tiene que partir de ambos lados y no de un lado que se sienta obligado".

Con 4 años en Santiago, Juan José Picha Ortiz trabaja en el restaurante Emperador, en Estación Central, realizando eventos para bolivianos en Chile. Cuenta que la comunidad altiplánica no se reunirá: "cada fin de semana nos juntamos, me manejo con harta gente boliviana y no están tan interesados en ese tema. Obviamente porque estamos acá. El boliviano que está allá tiene buenas expectativas. No sabría qué diferencia habrá de aquí en adelante con el fallo".

El cocinero boliviano Álvaro Aruquipa Paredes, quien lleva un año y cinco meses en el país, asegura que el lunes trabajará como un día normal y espera que el fallo "sea favorable para Bolivia, porque nosotros quisiéramos tener una salida soberana al mar. Pero la verdad es que no con este gobierno, porque quiere aferrarse al poder".

Mientras las autoridades y comunidades residentes de ambos países esperan la decisión, desde el mundo cultural ya salió una misiva pública donde cerca de 200 artistas, organizaciones y trabajadores de la cultura de Chile y Bolivia señalan que "creemos fervientemente que la cultura puede y debe jugar un rol de primer orden en beneficio del acercamiento e integración". En la carta, invitan "a los gobiernos a desarrollar acciones concretas que fortalezcan el intercambio y la cooperación cultural, base para la generación de confianza para el desarrollo de nuestros pueblos".