El sacerdote jesuita rompió el silencio por las denuncias en su contra que lo mantienen alejado de sus funciones.
El suspendido sacerdote jesuita Felipe Berríos rompió el silencio y se refirió a la investigación canónica que lleva a Compañía de Jesús en contra por “actos de significación sexual” a menores de edad.
El pasado 25 de agosto, la investigación previa en contra de Berríos catalogó como “verosímiles” las denuncias. Por lo que este sábado, el sacerdote habló con La Tercera sobre las acusaciones que lo mantienen alejado de sus funciones y de La Chimba.
Berríos reveló que al enterarse de las acusaciones en su contra, sintió “incredulidad, desazón, rabia”.
Con respecto a la posibilidad de defenderse, explicó que “en el caso de una acusación canónica, yo prefiero la justicia abierta de todos los chilenos donde poder defenderme. Esa sensación de injusticia, de tener una jurisprudencia distinta a la de todos los chilenos es lo que más duele”.
“Eso fue todo”
El sacerdote aseguró que conocía sólo una de las cuatro denunciantes, señalando que la conoció cuando tenía “unos siete años”.
“Ante la abogada investigadora declaré que conocía a su familia, claro. Recuerdo muy bien ese momento, pues fue algo excepcional, ya que mi trabajo pastoral en Infocap no era con adolescentes, sino que con adultos y universitarios”, aseguró con respecto a la acusación.
“Pero esa vez la mamá me pidió que conversara con su hija, porque la niña estaba muy angustiada por un problema personal que no voy a revelar. Conversé con ella mientras su mamá y mi secretaria estaban a pasos de donde conversábamos. Fue algo breve, solicitado por su madre, y luego ambas se fueron agradecidas. Y eso fue todo”, agregó Berríos.
Estrategia comunicacional en su contra
En esa misma línea, el sacerdote Berríos acusó que “lo indesmentible es que acá se montó una estrategia comunicacional (...) la propia abogada investigadora contratada por la Compañía de Jesús salió a desmentir varias de esas publicaciones”.
“Acá hay un modus operandi muy claro de la Fundación para la Confianza, que se presta para un show mediático a través de su abogado, el señor (Juan Pablo) Hermosilla”, agregó.
Asimismo, Berríos señaló que la fundación filtró información a la prensa antes de que se conociera el resultado de la investigación previa y antes de la resolución del Vaticano.
Si bien destacó el trabajo de la Fundación para la Confianza para que no haya abuso infantil en el país, aseguró que “es evidente que en el último tiempo sus prácticas y estándares no han sido los adecuados”.
Criticas a la Compañía de Jesús
El religioso también criticó en duros términos a su congregación por lo que tildó como un “trato desigual”.
“Trato desigual que también se refleja en que la Iglesia tenga una justicia paralela a la justicia de todos los chilenos, que prescinde de la justicia ordinaria. Un mundo inquisidor, secreto y en el que no puedo defenderme”, agregó.
Con respecto al comunicado de prensa en la Compañía de Jesús informó el final de la investigación previa, el sacerdote criticó la manera en la que se comunicó.
“La Compañía no habla de “víctimas” ni de “compensaciones”, como sí lo hizo en otros casos. Pero, claro, nadie se ha molestado en reparar en eso ni ninguna autoridad jesuita lo ha destacado, porque acá todo es silencio, secreto, tomar distancia”, lanzó.
“¿Con qué se queda la gente? Con la parte del comunicado en la que se habla de “verosimilitud” de los hechos, de “actos de significación sexual” y de las “siete” denunciantes. Con esas tres afirmaciones sepultaron cualquier presunción de inocencia, lo que no es aceptable. ¿Por qué la Compañía no explicó claramente que un hecho sea verosímil no significa que eso haya ocurrido?”, agregó.
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