"La gente no ha perdido su sentido del humor"

Sin cámaras de prensa y con un discreto resguardo policial, Cecilia Morel recorrió el Chile más profundo, ése que poco ha salido en la tele pese a haber sido afectado igual que el resto del país por el terremoto.

A un mes del cataclismo, postergó un sábado familiar por estar con la gente que la sufre, que se lo agradeció y le demostró su cariño.

Apenas salió el sol despegó en un helicóptero de Carabineros desde Santiago y su primera actividad fue una misa efrente a la catedral de Concepción junto a su marido, el Presidente Piñera. Pero eso era sólo el comienzo de una agotadora jornada donde la orientadora familiar metió los pies en el barro, almorzó un sánguche a la rápida en una camioneta y dio la cara por el nuevo Gobierno.

Antes de volver al helicóptero se cambió de ropa por algo más cómodo y siguió rumbo a la zona mapuche.

En Tirúa todo el pueblo salió a recibirla. En un pequeño escenario entregó aportes de Iquique y de la Cámara Chilena de la Construcción: Cuadernos para los niños y víveres para sus padres.

El alcalde agradeció que la Tía Chechi cumpliera su promesa de campaña cuando dijo que volvería. José Aniñir le regaló uno de los pocos libros de la biblioteca municipal que sobrevivieron al tsunami, que dejó sin pega a más de 600 pescadores.

- ¿Por qué no se quedó descansando con su familia y decidió realizar este recorrido tan cansador?

- Una siente un cariño especial y ha visto chiquillos voluntarios que podrían estar en el carrete o aprovechando un día sábado, incluso cuántos se quedan durmiendo. En este nuevo Gobierno siempre nos comprometimos a estar al lado de la gente.

- ¿Por qué ha destacado la fortaleza de la gente?

- Encuentro maravilloso que las personas en medio de tanto dolor sean capaces de unirse. Destaco el sentido del humor que tiene la gente y que no ha perdido a pesar de todo lo que ha pasado.

DE LA ZONA MINERA

A las 15.35 de la tarde arribó a Lota. Aterrizó en una cancha de fútbol de tierra de una de las comunas más pobres de Chile. La señora del Presidente estaba muy cansada, pero se dio tiempo de atender a la prensa local y compartió con la comunidad. Muchos le pidieron que no se retiraran los militares a los cuarteles, por miedo a que vuelva la inseguridad.

Visitó la población Squella, donde se cayeron 40 casas y donde fue inaugurada la primera mediagua. En el lugar abundaban las carpas de emergencia y una pobladora leyó una carta pública. Pidió que el toque de queda continuara e insistió en que los militares se queden hasta septiembre.

La primera dama -aunque no le gusta que le digan así- habló por un megáfono en medio de una multitud que se formó a su alrededor. Se refirió a la preocupación por la falta de agua, las soluciones de emergencias habitacionales y las posteriores obras definitivas.

Ana Provoste, de 69 años, contó que lo había perdido todo con su viejito, agradeció la visita y dijo que era un gusto tenerla y que en la tele se ve más gordita, pero igual de simpática.

Luego visitó la población Gabriela, donde la nombraron madrina de la comunidad. Los angustiados vecinos le plantearon los problemas que los aquejan y ella se comprometió a buscar una pronta solución.

DON SEBA PUSO 1.100 PALOS PARA COLEGIOS DE TALCAHUANO

En plena "zona cero" y frente al tradicional Liceo A-21 de Talcahuano, el Presidente Sebastián Piñera puso la mosca para la entrega de 1.100 millones para reconstruir los colegios de Talcahuano y tener a todos los brocas cochis de esa ciudad en clases antes el 15 de abril.

El ministro de Educación una vez más volvió a abrir las pepas cuando "Don Tatán" le recordó su plazo del 26 de abril para tener a todos los escolares de Chile en las aulas.

"El ministro no le puede fallar al Presidente", dijo Piñera mientras el "¡glup!" de Lavín se sintió hasta en Tierra del Fuego.

La firma del convenio fue el final de una vertiginosa gira por Cauquenes, Constitución, Talcahuano y Concepción, donde realizó una emocionante velatón a la hora exacta del cataclismo.

DESAFÍO LEVANTEMOS CHILE REPARTE MOTORES A LOBITOS DE MAR

La gran campaña Desafío Levantemos Chile, en la que participa el Grupo Copesa, la hizo de nuevo. Durante la semana el pequeñín Víctor "Zafrada" Díaz quedó feliz con la entrega de su escuelita nueva en Iloca y ahora se sumó un nuevo aporte para los damnificados de la zona del Maule con la donación de 22 motores para las diferentes caletas. El coordinador Rufino Melero repartió los regalos en la localidades de Llico, Duao, Constitución, Pellines, Pelluhue, Loanco y Curanipe. Emilio Henríquez, de Constitución, dijo que "perdimos todo, pero ahora nos vuelve el alma al cuerpo".

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