Basada en una historia real, gringolandia se revolucionó a fines de los años 80 por tres ballenas jorobadas que quedaron baradas en Alaska. El ágil de la prensa Adam Carlson (John Krasinski) es quien da a conocer la info al mundo y su ex novia y miembro de Greenpeace Rachel Kramer (Drew Barrymore), agarra sus pilchas y parte a salvar a los animalitos. La noticia convulsiona a todo el mundo, incluso a la Unión Soviética en plena Guerra Fría.
La peli capta la esencia de lo sucedido en esos años y lo retrata con cierta similitud. No tiene más pretensiones que emocionar al público con la protección de la naturaleza y de los cetáceos. Recurso facilista que siempre da buenos resultados.