En la despedida a Patricio Aylwin en el ex Congreso Nacional, donde las más altas autoridades de la República y los ex presidentes destacaron su legado, llamó la atención la asistencia de un personaje nada que ver con la política nacional.
Luciendo un impecable traje oscuro, una corbata azul con puntitos blancos y su característico peinado encarmenado con las raíces a la vista, llegó José Luis Rodríguez González.
El Puma, primero, se quedó de pie, y luego lo instalaron en tercera fila al lado del senador Guido Girardi, donde siguió atentamente las palabras de los oradores.
A la salida abordamos al ídolo venezolano y junto a un racimo de reporteros le preguntamos qué hacía ahí. Él explicó que andaba en Chile filmando un comercial para una empresa eléctrica y aprovechó de pasar a despedirse de Don Pato.
“Él era un grande, un paladín de la democracia, no sólo de Chile, sino que de América Latina. Recuerdo cuando dije las palabras en Viña del Mar, esas palabras fuertes que expresé (“hay que escuchar la voz del pueblo”, cuando no le querían entregar una gaviota en 1988), él fue el único político que fue a despedirme al aeropuerto, y eso para mí fue imborrable en toda mi vida. Estoy despidiendo a un grande de la democracia, no solo de Chile, sino que de América Latina; necesitamos hombres así en la región, sobre todo en Venezuela y en Cuba, que luchen como luchó don Patricio por la libertad democrática de los países”, desclasificó.
“Yo destaco su humildad y ese don de señor que tenía, me encantó, en esa oportunidad me dio las gracias y eso fue todo, pero para mí fue muy importante”, agregó el Puma que nunca más volvió a ver al líder DC.
De pasadita, destacó al valor del difunto. “Que arriesgara la vida por la vida de los demás y por la libertad para mí tiene mucho valor, lo que él hizo con un régimen perverso fue de mucha emoción para todos. La gente valora que este hombre estaba luchando por la libertad, que es lo más importante; cuando el hombre pierde la libertad individual, pierde toda esperanza, pierde la fe, y para mí don Patricio es uno de esos pilares de la democracia, es un ejemplo”.
CHÉVERE
La visita del Puma no dejó indiferente a la familia de Don Pato. Su hijo Miguel nos contó que “como familia no tenemos relación con él, pero entiendo que es muy cercano a un movimiento político de Venezuela que es hermano de la DC chilena y, por lo tanto, me imagino que quiso agradecer la solidaridad nuestra para con ellos”.
En tanto, el ex secre general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo sobre el asistente más chévere al acto que “no lo reconocí, no soy muy aficionado a sus canciones, pero me parece muy bien que haya venido porque siempre hay que escuchar la voz del pueblo. Porque el pueblo a veces dice cosas distintas o pide cosas distintas, la gente no recuerda el tiempo del plebiscito en que lo que quería era superar la dictadura y tener paz y don Patricio le fue fiel a ese requerimiento del pueblo”.
Mientras, el Palta Meléndez calificó de “fantástica” la participación del Puma y teorizó que posiblemente tenga intenciones de incursionar en política en su convulsionado país.