La historia del cabro que sobrevivió comiendo bichos en Chiloé

Daniel Flores se mira de un tirón los programas de supervivencia y deportes extremos, y ¡menos mal! exclama ahora su familia, porque gracias a los secretos de la tele, sobrevivió  los 20 días que estuvo  perdido en  Chiloé.

La aventura no la cuenta dos veces, confiesa a La Cuarta su hermana Cindy Flores, quien saca la voz por su hermano grande a quien tienen aislado en el Hospital de Castro.

Duro de matar salió el estudiante de sicología, que le secreteó todas las que hizo para volver a ver a sus papis: “No pudo sacarse fotos mientras estaba perdido, porque rompió su cámara para hacerse una cuchilla, cortar ramas y cobijarse”.

Su alimentación sólo consistió en bichitos del bosque y agua de lluvia. “Las orugas sabían a tierra y recolectaba agua que guardaba en su botellita”.

Por un momento pensó que se iba para el otro lado:  “Empezó a delirar. Nos imaginaba y conversaba con nosotros”.

Cuando las piernas no le dieron más, después de dos semanas sin salir del bosque, cachó a unos turistas que andaban por el lago Huelde. Infló el pecho lo más que pudo para gritarles con las últimas fuerzas que le quedaban.

Los turistas y lugareños de Cucao lo atendieron en una cabaña como rey, si hasta locos arriba de la pelota dejaron el hachazo de lado para animar al pobre extraviado.

El Dani lo único que quiere hacer ahora es salir de alta para chantarse un curanto: “Es lo único que le falta hacer en Chiloé”, dice su hermana.

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