La historia del chileno que pasó de hiphopero a Yihadista

Entre los yihadistas del ISIS, Bastián Vásquez (26) era conocido como Abu Safiyya. Antes, cuando era un lolo amante del hip hop, le decían “Busty”.

Hoy su nombre está en todos los diarios españoles. Sucede que el periódico El País informó ayer que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España señalaron que Vásquez pasó a ser una de las 29 personas que murieron combatiendo en las filas del grupo islamista.

El joven noruego de padres chilenos se hizo famoso por protagonizar en 2014 un video del terrorista Estado Islámico, donde se autodenominó “Abu Safiyya, de Chile” (ver recuadro).

Inicios

Sus padres, Mario Vásquez y Luz Núñez, le perdieron el rastro el 2012, luego que Bastián amenazara de muerte a la realeza noruega a través de un video.

Del pequeño niño que nació en abril de 1989, en la ciudad noruega de Skien, pocazo había quedado.

La familia prefirió quedarse con sus recuerdos. Una que estuvo marcada por sus salidas a jugar a la pelota y sus largas jornadas tardes leyendo la Biblia y el Corán.

Pero había algo más que marcó a fuego la adolescencia de Vásquez: su banda de hip hop llamada Gull-Z.

Gracias a eso, se hizo de una buena patota e incluso sacó polola.

“Era bastante bueno expresándose. Sus letras eran muy potentes (...)”, señaló a la BBC, Jon Bratland, quien conoció a Bastián en esa época.

Malas juntas 

En 2008, el hijo de chilenos, decidió no terminar la escuela. La teoría de cercanos es que su vínculo con raperos musulmanes habrían influido en su cambio hacia el islam. En un principio, asumía una parada moderada, es decir, iba a la mezquita piola y sin alumbrarse.

“Algo tiene que haber pasado. La comunidad musulmana (de Skien) es pequeña, todos nos conocemos. Nadie está por la guerra”, afirmó un taxista marroquí al medio inglés.

La pelá de cable de Bastián ocurrió cuando conoció a Mohyeldeen Mohammad, un noruego islamista de descendencia iraquí, quien fundó el grupo radical Profetens Ummah (Nación del Profeta), el cual reclutaba lolos pa’ ir  a medio oriente.

Una vez que Bastián Vásquez comenzó a frecuentar dicho grupo se dejó la barba y la chasca larga.

Tras desaparecer de Noruega, vivió un tiempo en Barcelona, donde sacó residencia, y luego voló hasta Siria para unirse al Estado Islámico.

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