La "Iglesia del Odio" aplaudió el homicidio

Entre los innumerables movimientos ultra conservadores que pululan en Estados Unidos, pocos alcanzan el grado de virulencia de la Iglesia Baptista Westboro.

Tal vez por ello mismo es más conocida como la "Iglesia del Odio". Y aunque sus integrantes con dificultad suman más de un centenar, la agrupación mete boche como si fueran miles y miles.

Su "caballito de batalla" es la lucha contra los gays y todos aquellos que los toleran.

Su eslogan: "Dios odia a los homosexuales".

ACTO DE DIOS

Y fue precisamente esta iglesia la única que, sin dudarlo, aplaudió el asesinato del joven Tim McLean, al que calificó como "un acto de Dios".

Según sus preceptos, todas las desgracias que ocurren en Norteamérica responden a castigos divinos por la aceptación de los matrimonios entre personas del mismo sexo en Canadá, y por la tolerancia hacia los gays en gran parte de Estados Unidos.

De hecho, para ellos cada vez que un soldado yanqui muere en Irak es la muestra evidente de que Dios castiga a Gringolandia por su permisividad.

Claro que son bastante carepalos. De hecho, una vocera del grupo dijo que McLean merecía su destino pues "mantenía un estilo de vida asqueroso", aunque a continuación admitió que nunca había sabido nada del joven antes de su muerte y que simplemente no necesita saber nada más para condenarlo.

Pero sus ansias de manifestar sus opiniones no se quedaron allí, ya que un piño de los fieles odiosines tenía previsto pararse frente a la iglesia donde serán sus exequias para armar bochinche.

OTROS

Además de esta iglesia, otra organización "festinó" con el tema. Así, el grupo pro derecho de los animales, PETA, comparó la decapitación de McLean con lo que padecen los animales sacrificados para el consumo humano.

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