La Iglesia católica tiene un protocolo establecido para estos casos, pero la muerte del expapa sería una situación excepcional.
Para nadie es un misterio que la salud de Benedicto XVI se deteriora, de hecho, el Vaticano ha informado que está grave. Por eso, surgen las dudas sobre los preparativos de la institución ante su inminente fallecimiento.
Si bien, los protocolos son estrictos y establecidos tras la muerte de su líder, en esta oportunidad se trata de un expapa, por lo aún no está claro si se seguirá con la tradición.
Cabe recordar además, esta es la primera vez en la historia que un papa, Francisco, asistirá al funeral de otro papa. “Nunca antes hemos tenido el caso de una papa vivo asistiendo al entierro de un papa muerto”, dijo el historiador católico John McGreevy.
Otro récord que se adjudica Joseph Ratzinger, nombre real del expapa, es que se convirtió en el primer sumo pontífice en 600 años en dejar el cargo., cuando dimitió en 2013 por su avanzada edad.
¿Cuál es el protocolo?
Cuando un papa fallece, su muerte se confirma y se notifica informalmente a los líderes extranjeros antes de que la radio del Vaticano emite la noticia.
La persona que queda al cargo se llama el “camerlengo”, actualmente ocupado por el cardenal Kevin Farrell. Pero como Benedicto ya no es Papa, algunas de las funciones del cardenal podrían ya no ser apropiadas.
El camerlengo es responsable de confirmar oficialmente la muerte del papa, “golpeando ceremonialmente su cabeza con un pequeño martillo de plata y llamando su nombre”, informó el medio BBC.
También debe destruir el anillo de pescador del papa, sellar las habitaciones papales, organizar el funeral y preparar el cónclave que elegirá a su sucesor. Pero nuevamente, como Francisco es el Papa, no se sabe que estará haciendo el camerlengo.
De hecho, el funeral es presidido por el decano del Colegio de Cardenales, el cardenal Giovanni Battista Re, pero en este caso se espera que el papa Francisco.
La ceremonia suele llevarse a cabo en la Basílica de San Pedro, o en la plaza frente a esta. Mientras que el cuerpo se entierra en las grutas debajo de la basílica, donde están las tumbas de otros papas.
Cada papa puede dar instrucciones específicas para su funeral, Peter Seewald afirmó que “quería ser enterrado en la tumba que pertenecía a su predecesor, Juan Pablo II, antes de que este fuera canonizado y trasladado a otro sitio en el Vaticano”.
Y finalmente, el ritual más significativo después de la muerte de una papa , es la elección de un nuevo pontífice, pero claramente esto no sucederá.
Según declaraciones a BBC del redactor de asuntos del Vaticano, Massimo Franco: “todos los procedimientos tendrán que ser elaborados de cero”, y que “después de la dimisión de Benedicto en 2013, la Iglesia católica no especificó qué se haría cuando muriera”.