Con casi 35 años de servicio en el Ejército, Leonel Campos fue dado de baja tras un proceso en que se le había pedido bajar 12 kilos en un año. Logró bajar 9 en cinco meses, pero la institución lo declaró "no apto" para el servicio y determinó su baja de la institución. Pero un reciente fallo de la Corte Suprema, le da una esperanza.
Leonel Campos, acaba de ganar su última batalla. La Corte Suprema acogió un recurso de protección interpuesto a su favor y ordenó al Ejército una nueva evaluación de salud para el suboficial, quien fue dado de baja por sobrepeso.
Campos, de 53 años, cumplía 35 años en la institución en diciembre de este año. Desde 2014 se desempeñaba en labores administrativas. “Ya no soy un lolo, tengo 34 años de servicio, pero soy paracaidista, me desempeñé en todas las funciones del Ejército, estuve en tropas y unidades como Peldehue”, explica en charla con LUN.
El asunto comenzó el 25 de marzo de 2019, cuando la Comisión de Sanidad de la institución le realizó una evaluación a Campos. El resultado se lo entregaron en octubre, y allí se le ordenó bajar 12 kilos en un año, es decir, uno por mes. En marzo del 2020, Campos se reencontró con la balanza, y todo parecía prometedor: había bajado 9 kilos en cinco meses.
Sin embargo, en el informe, lo declararon no apto para el servicio. Pese a que Campos pidió volver a ser evaluado, ello no ocurrió. Peor aún, en septiembre de 2021, le comunicaron su baja de la institución por la causal médica consignada en el aquel último informe. Ello motivó la acción judicial.
Con dolor, recuerda el día en que fue desvinculado. “La oficial de personal junto al comandante de la unidad me llama a la oficina y me leen una resolución donde se resolvía mi desvinculación inmediata, pero al ser la causa una enfermedad curable, tenía hasta tres años para solicitar el trámite de reincorporación, pero en mi caso eso es imposible porque no puedo seguir después del 31 de diciembre”.
“Me echaron, tuve que sacar mi cajita con mis cosas de la oficina ese día”, recuerda.
Sin embargo, el fallo de la Suprema le da una chance. “El hecho que el recurrente haya perdido nueve kilos en cinco meses y que su situación de salud se consigne como una enfermedad de carácter ‘curable’, hace aparecer al acto impugnado como carente de proporcionalidad y justificación”, detalla el documento.
El abogado del suboficial, Fernando Álvarez, explica lo que debiera ocurrir de acá en más. “Este fallo significa que debe dejarse sin efecto todo lo relacionado con lo que se desprende del informe de sanidad hasta que no se tenga el resultado de una nueva evaluación, por lo tanto, debe ser reincorporado al Ejército”. Sin embargo, Campos “tenía un proceso de retiro que estaba en curso, por lo tanto, en la actualidad él debería estar haciendo uso de su feriado legal”.
Por su lado, Campos está dolido con su institución. “Esto mancha mi retiro, yo debería haberme ido con ceremonia de despedida, con mi madre acompañándome. Son 35 años en que he hecho una brillante carrera en el Ejército. En el 2014 dejé mis estudios de pedagogía en Historia en la universidad por la destinación a Punta Arenas”.
“Me voy como si hubiese robado, estoy muy dolido -agrega-. Yo no evado la responsabilidad porque uno igual tiene que cuidarse, pero una condromalacia en la rodilla hizo que bajara la actividad física. Acá me dejaron solo, no me dieron las directrices para abordar el problema”.