La lucha para acabar con las odiosas burlas entre obreros

La idea es bajar los índices de acoso al interior de las obras y malos tratos entre colegas. Expertos señalan que el hostigamiento daña severamente la salud mental

Como una forma de controlar el acoso laboral y las burlas entre colegas, una reconocida constructora de la Región Metropolitana tomó un inédita medida con sus trabajadores. Cada mañana, justo después de la charla habitual de seguridad, se les entrega una serie de recomendaciones que incluyen evitar los sobrenombres, el trato con malas palabras y las odiosas burlas en las faenas. Sobre todo ahora que muchos inmigrantes trabajan en las obras.

"Muchas veces se toma como una broma 'simpática' a la hora del almuerzo o como parte de la dinámica del trabajo, pero se puede llegar a herir a una persona cuando se le molesta mucho. A veces a los cabros más jóvenes se les pasa la mano con los extranjeros o con los más ancianos", sostuvo Rodrigo Castro, maestro gasfiter de una obra que se levanta en las cercanías del paradero 14 de La Florida.

El titán asegura que son los propios prevencionistas de riesgos los encargados de las charlas, que tienen como foco cambiar los hábitos en las construcciones, tal como se hizo con los piropos.

"La constructora está trabajando en un cambio cultural entre los compañeros de trabajo y hasta ahora ha funcionado, pero será un largo camino porque acá todos tenemos nuestro apodo, para bien o para mal", sentenció Castro.

ACOSO

Desde la Inspección del Trabajo aseguran que el hostigamiento laboral "es toda conducta que constituya agresión ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros, por cualquier medio, y que tenga como resultado para el o los afectados menoscabo, maltrato o humillación", y que constituye una de las principales causas de licencias médicas por salud mental en Chile.

Desde la Asociación Chile de Seguridad (ACHS) aplaudieron la medida, aunque aseguran que debe ser la punta de lanza de una serie de conductas que beneficien el ambiente laboral.

"Es importante que haya una política de no violencia desde el gerente general hasta abajo. Que quede claro que se sancionará a las personas que maltraten y que los trabajadores tengan la seguridad para denunciar y que la medida tomará medidas", comentó Daniela Campos, jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS.

La profesional aseguró que las conductas de maltrato están distribuidas en mayor porcentaje en ambientes profesional, liderando educación, gobierno y municipalidades, salud y retail.

"Ser víctima de burlas en el trabajo afecta a la integridad física de la persona, de manera negativa en su autoestima y eso influye en su vida personal. También trae como consecuencia una alta cantidad de licencia por estrés y depresión, por lo que este tipo de campañas también sirve para la salud mental de los obreros", comentó Rodrigo Pereira, sicólogo de la UBO.

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Cambio cultural terminó con los piropos

A mediados de 2017, la constructora Echeverría Izquierdo comenzó una campaña en su obra de calle Argomedo en la que prohibía tajantemente que su trabajadores lanzaran piropos a las mujeres que transitaban en la calle, situación que hasta hace poco era mirada como "tradicional".

Fue tal el éxito de la campaña, que otras obras se sumaron y hoy los mismos maestros asumen que su conducta antigua era inapropiada y ofendía a las mujeres.

"Lo que pasó ahí fue un cambio cultural, y los cambios culturales ocurren cuando hay voluntad. Nosotros debemos llegar a eso. A poner límites a los comentarios", comentó Daniela Campos de la ACHS.

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