La moda no incomoda a nuestros honorables

Hace un par de semanas, el diputado por la región de Aysén, Iván Fuentes, retomó sus actividades en el Congreso, sin la chasca con la que se hizo conocido y adivinen: la pintacha que sacó fue comentario obligado en la sede del Poder Legislativo.

Pero esta tendencia no es única ni exclusiva de Iván Fuentes. Antes de él hubo otros honorables del Congreso (ver recuadros) que también llamaron la atención por su cambio y también fueron pelambreados.

Si bien Fuentes no toma apuntes de los comentarios que hacen la Paulina Nin o la Fran García-Huidobro en “Maldita Moda”, su nuevo look para la temporada otoño-invierno revolvió ene el gallinero en el Parlamento, pues sus colegas estaban acostumbrados a verlo trabajar con la camisa arremangada, sin corbata y la peluca al viento.

Y pa’ qué estamos con cosas, más de algún mal hablado pensó que el pescador artesanal se aburguesó y olvidó sus orígenes. ¡Qué feo!

Lo cierto, chiquillos, es que hace unos días el diputado por el distrito 59 se pegó un pique a Chago City para cumplir con unos trámites y jugar una pichanga con unos jóvenes en Renca. En ese lugar, le prestó el ropero completo a Claudio Castro , quien pretende pelear la alcaldía de esa comuna, y se cortó el pelo con La Cuarta.

- ¿Se nos puso cuico, oiga?

- No, sigo igual. El año pasado me dediqué sólo a mi región y no hablé mucho con la prensa por temas personales.

- Ya, poh, cuente la firme ¿Ahora es de la Católica?

- Soy de Colo Colo…

- ¿Y por qué se cortó el “chocopanda”?

- A mi me gustaba más el pelo largo, pero se me está yendo la gente del estadio, así que era mejor disimular.

- ¿Fue a la peluquería “Contigo Aprendo”?

- No, yo mismo me lo corté. Y lo hago de hace muchos años.

- ¡Yaaaa!

- En serio. Un día antes de volver al Parlamento lo decidí, así que tomé las tijeras y yo mismo me lo corté.

- ¿Y si se condorea?

- No importa. Yo soy así.

- Ahora va más empaquetado a la pega…

- En el Parlamento voy más formal, porque hay que dar el ejemplo. No le puedo pedir a mis hijos que vayan ordenados al colegio y yo de parca al Congreso. Eso sí, me siento mejor sin terno y con el pelo largo.

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