Nací hace 36 años y desde chico supe que algún día sería rey. No tenía muy claro de qué, hasta que me regalaron una piscina inflable.
Vivo en Llay-Llay y soy El Rey del Guatazo, porque nadie en el mundo los hace tan bien. El otro día salí en el Menú de Tevito, de TVN, entre los 30 monarcas más importantes de la humanidad. Salí 15 y le gané al Rey del Pop y al Rey del Mambo.
Mi matrimonio no fue tan ostentoso como el del príncipe Guillermo. No me acuerdo muy bien la fecha de cuando me casé (si mi señora lo supiera, me mataría) pero fue hace como dos años.
Fue re chistoso cómo conocí a Mariselle. Yo ayudaba a un amigo a terminar su casa y cuando estábamos pegando la última tabla se me quebró la escalera y me partí la cabeza. Me hice un tajo y terminé con yeso. Ella vivía al lado y era paramédico.
Hice cosas raras por amor. A mí me gustaba andar en zancos y visitaba a mi amigo cuando sabía que no estaba, y le pedía a Mariselle que me los guardara. Ella cachaba mis intenciones y me decía "espéralo conmigo".
Fue amor a primera vista, pololeamos tres años y nos casamos. Es mi segundo matrimonio y del primero tengo una niñita de 11 años.
Un día conversando salió el tema y nos pusimos de acuerdo para casarnos. La boda fue en mi iglesia evangélica con 120 invitados. ¡Una boda real y realmente cara para la que ahorramos un año y medio! Mi traje era negro, con la buena corbata roja, porque combinaba con su ramo de rosas.
Ella se veía espectacular, sencillita como la princesa, el traje era más o menos de ese estilo, pero con la cola más corta, porque es más chiquitita.
Del plato principal no me acuerdo, es que soy cabeza de pollo. Parece que fue arroz con salsa de champiñones y carne al jugo. No hubo alcohol y en mi familia se anduvieron picando, porque no son evangélicos. Hicimos un brindis con champaña y después nada más; es que hay algunos que se ponen a tomar y se ponen odiosos.
Después del matrimonio nos fuimos de luna de miel una semana a Viña. Me da un poco de envidia que el príncipe se tome dos años sabáticos. Imagínate: ¡En mi caso aún los estaría disfrutando! Pero igual soy feliz.
La boda real me pareció entretenida. Son importantes las tradiciones, pero no me gusta que le den tanta bola. El príncipe me cae bien y la novia es muy linda y piolita, como casi todas las mujeres que son medio huesudas, por eso yo elegí una más gordita.
Espero tener otro heredero que salga con la misma guata del papá, para que siga mi tradición.