Durante los trabajos de rescate de los 33 hombres atrapados en la mina San José en la superficie se instaló el campamento Esperanza formado por los rescatistas, familiares, reporteros y un montón de personajes inclasificables.
El que más llamaba la atención del último grupo era el payaso Rolly, porque el día entero ponía a todo chancho canciones de los Bochincheros para distraer a los niños que acampaban ahí esperando el rescate de sus seres queridos.
“Acampé allá más de 50 días y estuve tanto tiempo maquillado que se me quedó pegada la pintura un tiempo. Me levantaba a las seis y me acostaba a las diez de la noche, hacía cuatro presentaciones al día en un pequeño escenario, inflábamos globos con los niños y los ayudaba a distraerse”, contó.
El tony, cuyo nombre es Rolando González y ahora tiene 50 años, llegó antes de que se supiera que los 33 mineros estaban vivos y recuerda con emoción el momento en que salió a la superficie el famoso papelito que indicaba que estaban bien.
Luego que fueron rescatados el payaso volvió a su casa en La Serena y el 2014 regresó a la mina para interpretarse a sí mismo en la película basada en la historia, en donde compartió con la actriz mexicana Kate del Castillo, la misma que se haría famosa mundialmente por calentarle la sopa al Chapo Guzmán.
Hace año y medio, siguiendo los pasos de un hermano, Rolly probó suerte en Osorno y allá se gana los porotos como representante de artistas locales y se viste de payaso las veces que es requerido.
Campaña
En esa parada lo pilló un caso que conmocionó a la ciudad de la región de Los Lagos. Resulta que José Ibarra, un niño sano de 11 años, “estaba jugando en un columpio de minusválidos, resbaló, quedó atrapado debajo y ahora está en estado vegetal”, contó su papá, Pablo.
Atento a las necesidades del peque, Rolly se sumó a una campaña solidaria y participará en dos beneficios que están agendados en Osorno para el 6 de agosto en el teatro municipal, y el 27 del mismo mes en el gimnasio Pedro Aguirre Cerda.
El papá de José trabajaba como chofer de la locomoción colectiva y desde el día del accidente está sin pega, porque el niño requiere toda su atención. “Está con una traqueostomía, se alimenta por una sonda directamente al estómago, no habla, no ve, no se mueve, y tenemos que hacerle kinesioterapia tres veces al día. Necesitamos ayuda y agradecemos la que nos ha dado el payaso Rolly”, dijo el papá.